Faltan pocos días para ir a votar. Sin embargo, esta vez la atmosfera está cargada de miedo, odio y confrontación resultada de la necro política a nivel no solo nacional sino global.
El discurso de Trump, aupado por la presencia de los personajes más ricos del mundo no es más que la muestra de lo que estamos viviendo. Un retorno al feudalismo expansionista, esta vez desde la estrategia informática que orienta la opinión de la gente ingenua que cree todo lo que dicen las redes sin percatarse que son falsedades deliberadamente creadas por los dueños de las grandes empresas informáticas como Musk y Zuckerberg, cuya ambición de poder es configurar un imperio hegemónico bajo el eslogan de la campaña de Trump MAGA (Make America Great Again) proyecto que recupera la ideología politica ultraconservadora del nacionalismo y el supremacismo blanco.
Ante tal amenaza, una valiente religiosa se atrevió a pronunciar un conmovedor discurso en la misa previa a la posesión de presidente de EEUU pidiéndole que tenga compasión con los millones de personas que están atemorizadas por la politica migratoria que plantea expulsarlos, -ellos son trabajadores honestos que pagan sus impuestos, ellos realizan los trabajos más duros como la limpieza y la construcción, sus hijos están en las escuelas con el peligro de ser retirados del sistema educativo. Solo le pido que tenga compasión con ellos-. Dijo la religiosa ante el silencio absoluto de quienes le escuchaban.
Esta atmósfera del odio al otro, al extranjero, al diferente, al pobre está presente también en nuestro país. Aquí también hemos constatado el discurso de muerte de los candidatos admiradores de Milei y de Buckele que ofrecen balas y cementerios, que quieren eliminar los servicios públicos y acabar con la naturaleza. Ya mismo salen a proponer que haya castigos públicos, que vuelva la horca y la hoguera para que el público se quede tranquilo y contento como en los viejos tiempos cuando se aplaudía tras la muerte de malhechores, brujas y disidentes.
El odio y el miedo se han apoderado del corazón y la mente de quienes se nutren de la manipulación perversa de las redes sociales. La ignorancia les hace desconfiar hasta de los más cercanos, los llena de iras contra quienes ni siquiera conocen y su única reacción es apoyar el uso de las armas y la violencia en lugar de la posibilidad de construir un país de paz y sana convivencia.
Portada: foto tomada de https://acortar.link/VEQhaD

Ex directora y docente de Sociología de la Universidad de Cuenca. Master en Psicología Organizacional por la Universidad Católica de Lovaina-Bélgica. Master en investigación Social Participativa por la Universidad Complutense de Madrid. Activista por la defensa de los derechos colectivos, Miembro del colectivo ciudadano “Cuenca ciudad para vivir”, y del Cabildo por la Defensa del Agua. Investigadora en temas de Derecho a la ciudad, Sociología Urbana, Sociología Política y Género.