1.- La dimensión de la crisis y los desacuerdos políticos
Es un consenso la afirmación de que la campaña electoral del 2021 para elegir al presidente, vicepresidente de la república, asambleístas, parlamentarios andinos y sobre la consulta popular de Cuenca por la defensa del agua, se ha llevado a cabo en un contexto de la peor crisis económica, fiscal, sanitaria y ética de la historia nacional.
Sin embargo, sobre las causas, motivaciones, soluciones y estrategias para enfrentar la crisis no existe acuerdo alguno, lo cual aparece también como normal, pero si se adentra en el problema se puede descubrir las verdaderas dimensiones de los desacuerdos y contradicciones.
Se dirá que la falta de consensos políticos también es una constante de la historia republicana del país, pero los distanciamientos sociales se han ahondado al punto de que cada vez se tienen más sujetos políticos y más candidatos a toda dignidad, de manera que de la concentración del poder político en manos de un partido dominante y de un caudillo como aconteció en el período correísta se ha transitado a una situación de dispersión política que ya se evidencio en las elecciones generales del 2017 y las elecciones seccionales del 2019 y que ahora cobra mayores dimensiones.
Más aún dentro de las mismas grandes tendencias políticas, de la clasificación tradicional, de derecha, centro e izquierda existen grandes fisuras y hasta grietas que muestran a las alianzas con debilidades y limitaciones, algunas de las cuales incluso han sido explicitadas en los propios pactos firmados, razón por la que las alianzas aparecen como matrimonios forzados con capitulaciones endebles.
2.- Crisis de representación política
En el fondo lo que se vislumbra es una gran crisis de representatividad política que expresa la presencia de intereses económicos, sociales y políticos muy diferenciados como resultado de los grandes cambios que se han operado en la estructura de las clases sociales en el país y la incidencia de los cambios geopolíticos internacionales.
En efecto en el país se han dado nuevos procesos de acumulación económica surgidos a partir de los negocios alrededor del Estado y la corrupción en el período 2008-2018 y por lo tanto la presencia de emergentes grupos económicos que compiten con los tradicionales vinculados al modelo primario exportador, nuevos sectores financieros y rentísticos, así como la emergencia de importantes sectores sociales vinculados a la pequeña y mediana industria, sucediendo igual en el campo donde han aparecido nuevos sectores productivos e importantes grupos campesinos e indígenas que se han incorporado al mercado urbano dando como resultado que importantes sectores indígenas compartan hoy la vida urbana.
Son estas dinámicas y modificaciones de los grupos económicos y sociales con viejos, nuevos y diversos intereses que se manifiestan y pugnan en las elecciones y disputan sus cuotas de poder y representación dificultándose lograr la consolidación del dominio político al interior del bloque hegemónico del poder, diferencias y conflictos que se expresan en las pugnas entre el PSC, CREO, el grupo de Noboa y UNES y cuya resolución cobrarán forma en compromisos que se asuman en la gestión del gobierno y en los escenarios políticos concretos donde se anudarán los intereses en pugna..
De la misma manera la diferenciación económica y social al interior de los sectores campesinos e indígenas y otros grupos sociales urbano-marginales se manifiestan como divergencias internas en Pachakutik y la CONAIE que amenazan la unidad social y política del movimiento indígena que fue el protagonista más importante del estallido social de octubre del 2019, disputas de representación política que pueden agudizarse con las definiciones luego de las elecciones del 7 de febrero.
Igual consideración hay que realizar con los cambios que se han dado en los sectores sociales medios, la llamada pequeña y mediana burguesía tanto agraria como urbana, que llegaron a tener cierta acumulación en el periodo de la bonanza petrolera del 2010-2014[1] y que luego sufrieron los embates de la crisis, que se encuentran también dispersos en su representación política en buena medida en las diversos movimientos políticos de centro izquierda tales como la ID, Concertación, Democracia Si y otros.
3.- Mosaico ideológico político: apariencia y realidad
Los procesos de diferenciación económica y social que se han anotado, agudizados por la crisis económica, se manifiestan en el escenario electoral como un verdadero mosaico de movimientos y partidos políticos con posiciones ideológicas muy difusas donde se esconde los verdaderos intereses sociales que representan lo cual ha generado inmensa confusión en el electorado, tanto más si todas las grandes tendencias, modelos o propuestas políticas principales están cruzadas transversalmente con discursos populistas que hace difícil encontrar sus diferencias radicales.
En consecuencia, hay un gran camuflaje ideológico que permite a los candidatos que sostienen un modelo neoliberal clásico o modernizador (progresista) favorable a empresarios y banqueros, disfrazarse propugnando ofrecimientos populistas o demagógicos.
En el pasado, el Partido Conservador expresaba con claridad los intereses fundamentalmente de los terratenientes serranos, en tanto que el Partido Liberal esencialmente de los comerciantes y agroexportadores costeños y el Partido Socialista de los trabajadores; en el presente, la correspondencia ideológica política partido-clase social es más compleja y abigarrada en la medida que propietarios de la tierra son también comerciantes, industriales, exportadores o banqueros y viceversa. Los intereses de unos y otros se han fusionado.
Igual ocurre en el espacio de las clases subalternas por la diversidad social operada en campesinos, indígenas, sectores medios urbanos y rurales a lo que se suma la realidad de los migrantes.
En consecuencia, en medio de este barroco político, en la campaña electoral las posiciones ideológicas se han ido decantando y polarizando dentro de una gama que incluyen discursos social ambientalistas, liberal-democráticos y neoliberales conservaduristas o progresistas, todos con trasfondo populista.
En este contexto se destaca la falsa representatividad de las izquierdas por parte del correísmo, hoy expresado en UNES, cuya práctica en el pasado cuando ejerció el gobierno se evidenció como un régimen vinculado a poderosos grupos económicos del país y a la nueva burguesía estatal que acumuló dinero en base de la corrupción con los negocios desde el Estado.
Sin embargo, también hay que precisar que han sido los mismos ideólogos y estrategas políticos de la derecha política expresada en la alianza PSC-CREO, quienes han contribuido a posicionarle al correísmo como representante de la izquierda con un discurso antisocialista enfermizo cuyo resultado propagandístico tiene un efecto contrario en circunstancias en que el pueblo se muere de hambre y los grandes millonarios siguen recibiendo prebendas del gobierno de turno. Olvidan y ocultan el hecho de que el gobierno correista a quienes más favoreció son precisamente a los grades grupos económicos que llegaron a ser amigos de jorga y dentro de ellos a los mismos banqueros.
4.- Marco institucional de la campaña
Desde el punto de vista del marco institucional la campaña electoral se desarrolló en un escenario institucional con graves contradicciones entre el CNE y el TCE alrededor de la inclusión-exclusión de las candidaturas del movimiento Justicia Social y particularmente de Álvaro Noboa, estando pendiente la ejecución de la sentencia del TCE del 30 de Octubre del 2020 y las medidas de reparación dictadas el 8 de diciembre del mismo año, así como la resolución final en torno a la destitución de 4 miembros del CNE, de manera que estos conflictos jurídicos pendientes pueden ser utilizados como comodines políticos frente a resultados electorales del 7 de febrero.
5.- Consulta popular por el agua de Cuenca
En cuanto a la campaña por la consulta popular por el agua, esta tuvo como actores por una parte organizaciones sociales inscritas por las empresas mineras; y, por otra, las organizaciones sociales inscritas por el Cabildo del Agua de Cuenca, el movimiento Igualdad y Unidad Popular, todos en función del SI a la prohibición la explotación de la gran minería metálica en las zonas de recarga hídrica de los ríos Tarqui, Yanuncay, Tomebamba, Machángara y de la mediana minería metálica en el rio Norcay.
La campaña del Cabildo por el Agua fue asumida por múltiples organizaciones ciudadanas y ambientalistas a nivel nacional logrando una enorme aceptación ante una propuesta en la que confluyeron los esfuerzos de la sociedad civil y el GAD Municipal de Cuenca.
En este sentido Cuenca se ha constituido en el faro que ilumina la senda a seguir por parte de las comunidades, parroquias y cantones para defender su entorno y patrimonio natural como la condición esencial para la producción y la reproducción de la vida.
Luego de este nuevo grito de autodeterminación de Cuenca, en el bicentenario de la independencia política, en contra del neocolonialismo de las empresas mineras, otros pueblos hermanos han asumido el ejemplo, y proclaman la defensa de sus territorios, presentan acciones de protección, aprueban normativas jurídicas para la creación y protección de áreas naturales y estratégicas y preparan consultas populares motivados e impulsados por su supervivencia ya que sin una naturaleza fecunda no hay economía ni producción posible, no hay vida, no hay esperanza para sus habitantes.
En
adelante la lucha por la defensa del patrimonio natural de Cuenca, pasará por
establecer una Mesa de Medio Ambiente y Cambio Climático con la concurrencia de
representantes ciudadanos e institucionales; implementar un sistema de gobierno
de cuencas hidrográficas; expedir con participación ciudadana el PDOT y PUGS
del cantón Cuenca; expedir la Ordenanza que norma el uso y control del suelo en
áreas de incidencia estratégica para el desarrollo del cantón Cuenca y de las
comunidades de altura que viven en dichas áreas; y, fortalecer la coordinación
de organizaciones defensoras del agua y de la naturaleza.
[1]El ‘boom’ petrolero y el ahorro que hoy hace falta en Ecuador. Disponible en: http://foroeconomiaecuador.com/fee/el-boom-petrolero-y-el-ahorro-que-hoy-hace-falta-en-ecuador/. (Consulta 4II.2021)
Asesor jurídico, articulista de “El Mercurio”. Participa en algunas organizaciones ciudadanas como el Cabildo del Agua de Cuenca, el Foro por el Bicentenario de Cuenca y en una comisión especial para elaborar el Sistema Nacional Anticorrupción.