Wayru killa, es octubre, el mes de la resistencia, de conmemoración del holacausto y genocidio de los pueblos originarios y naciones del Abya Yala. Hace 530 años, los pueblo y naciones fueron dueños soberanos de sus propios territorios. Tuvieron grandes conocimientos para el desarrollo de sus vivencias físicas, económicas, políticas y espirituales. La tierra y el agua fueron elementos fundamentales de respeto y relacionamiento con todos los seres del cosmos y de la Madre Tierra. Y por este principio continuamos luchando por el Agua, pues el derecho al Agua es un puente entre la naturaleza y los seres humanos, no hay derechos de la naturaleza sin derechos de los pueblos originarios.
Desde entonces, nunca tuvimos una historia objetiva, sino una construida desde la perspectiva de quien la escribe. La educación hasta hoy continúa enseñando que Colón descubrió América, nada más que totalmente falso, cuando los chinos y vikingos estuvieron antes de 1492. Colón fue uno de los primeros genocidas y traficante de esclavos de América. Él ordenó y supervisó la venta de niñas para la esclavitud sexual: “las niñas entre 9 y 10 años fueron las más apetecidas por sus hombres”. Obligó a trabajar en sus minas de oro hasta que mueran de agotamiento. La Española a su llegada tuvo cerca de 3 millones de habitantes, después en un tiempo no quedaban pueblos nativos (Karla Lobos octubre 11/2020). Trajo perros amaestrados para que ataquen y realicen carnicería. Por estos crímenes Colón fue tomado prisionero por el gobernador Francisco de Bobadilla y conducido a España, pero los “reyes católicos” endiosados con el gran tesoro del oro, lo perdonaron y liberaron, mientras los estados coloniales levantaron grandes monumentos a estos genocidas, que da vergüenza.
El Convenio de DDHH sobe crímenes de genocidio, Art. 1 y 2 señala al genocidio como cualquier acto cometido con la intención de destruir completamente o un parte, y como tal ocasiona daños mentales o físicos al grupo, afectando las condiciones de vida del grupo, trayendo destrucción física y espiritual.
La historia no puede borrarse ni olvidarse. Después de siglos de oscurantismo, existen voces críticas para dignificar las primeras naciones, que sostienen que el genocidio de los pueblos indígenas debe ser llevado a la Corte Española de Justicia y “estos terribles crímenes deben quedarse en la Corte Internacional de Justicia. No podemos permanecer silenciosos ante estos actos de genocidios y barbáricos de Estados Unidos, Canadá y Australia”, señalan los delegados del Foro continental sobre genocidio. La delegada de la Misión de la Federación Rusa, dice que la pandemia no suspendió los genocidios de los pueblos indígenas. Es obligación de que cada país y Estado continúen buscando a los pueblos indígenas desaparecidos. La situación de la crisis económica afecta más a los pueblos nativos, así en 2014 el suicidio ha sido una causa para la muerte de jóvenes y niños; por ejemplo, en Australia, existe un 80% de suicidios entre 12 y 14 años (Foro continental sobre genocidios, 2022). Datos que no son indiferentes en países de Latinoamérica, donde el suicidio en las comunidades y nacionalidades indígenas se ha incrementado, así como el alto nivel de desnutrición infantil.
Después de 530 años seguimos resistiendo, perseguides, negades, desaparecides. Y después de terribles despojos y millones de hermanas y hermanos natives y madres muertas, estamos aquí, con nuestras raíces, nuestra identidad, con nuestros idiomas. Seguimos caminando he hilando la palabra porque somos hijas e hijos de esta Tierra, descendientes originarios de estos lugares, no somos extranjeros que llegamos a las ciudades con nuestras luchas sociales para rechazar el modelo social y político neoliberal. Somos hijos de esta Tierra porque somos la memoria y la semilla que nunca muere ni moriremos. Por eso en este día que el poder colonial lo ha llamado “interculturalidad” no bailamos sobre nuestres ancestres, no celebramos el saqueo, la esclavitud sexual y laboral, la explotación, el extractivismo. No celebraremos las políticas extractivistas que continúan despojándonos y matándonos.
Wayru killa 12 makanakuy puncha. Día de la RESISTENCIA. KAYPIMI KANCHIK MANA WAÑUSHKANCHIKCHU, MANA RISHKANCHIKCHU.
Tukuchinkapak: quiero ser la voz de mis ancestres y declarar que todos los pueblos originarios tenemos el derecho de posesión, uso, disfrute de las tierras de nuestres ancestres.
Referencia bibliográfica:
Foro continental, 2022. El gran genocidio de las primeras naciones, 20 al 24 de marzo, 2022.
Lobos, Karla, 2020. El verdadero Colón, 11 de octubre 2020, en Languaje Rights.
Nativa de Saraguro. pertenece a la nacionalidad Kichwa. Estudió en Zamora en la Escuela de Líderes. Cursó estudios universitarios en Cuenca. Es abogada, tiene estudios en lengua y literatura, es magister de Estudios de la Cultura y un Diplomado en Educación Intercultural Bilingüe. Maestra de secundaria y educación superior, investigadora. Ha publicado varias obras, así como artículos en revistas y periódicos. Ha desempeñado varios cargos vinculados a Educación Bilingüe. Es conductora del programa Ñukanchik llata Kashpa (Nuestra identidad) en la Radio comunitaria de Saraguro “KIPA RADIO”, FM 91.3.