El presidente Noboa ha decretado la formación de un comité con la misión de contribuir a mitigar y evitar el reclutamiento de los niños y adolescentes por parte de las narcomafias y grupos delincuenciales, que los utilizan para cometer asesinatos, robos, vigilancias y más delitos. Esto está bien pero no basta.
Será un comité encabezado por la vicepresidenta y algunos ministros y ministras para desarrollar programas, políticas y proyectos sociales y educativos en beneficio de la niñez y adolescencia, especialmente de las zonas urbanas marginadas. Puede ser útil; pero, otra vez, tampoco basta. Cabe aquí, la siguiente sugerencia, de crear un arma legal que coadyuve a evitar el empleo de menores de edad para la delincuencia.
Es cierto, que muchos de ellos son captados o atraídos a pandillas y bandas, invitados a una vida de vértigo y emociones a cambio de dinero que sus padres o cuidadores no ganarían en meses; pero, también, hay otros que son utilizados para el mal por los propios encargados de velar por ellos. Por eso es necesario introducir una reforma legal que sancione drásticamente a los padres si incurren en esta acción. Se los debe declarar indignos y privar, hasta el fin de sus días, de todo derecho y beneficio sobre sus hijos.
El artículo 113 del Código de la Niñez señala que la patria potestad, o sea las atribuciones de los padres o cuidadores sobre los menores de edad, se pierden por inducirlos a la mendicidad, por abuso sexual, maltrato grave o reiterado o incumplimiento de los deberes parentales. A su vez, los artículos 349 y 352 del Código Civil menciona que los padres de familia, abuelos o ascendientes, tienen derecho a demandar judicialmente que sus hijos les proporcionen alimentos en su vejez o invalidez; y, el artículo 1010, menciona las causas que vuelve a las personas indignas de recibir una herencia y suceder en los bienes de un fallecido.
Un medio para persuadir a malos padres de que utilicen a sus hijos para el delito, sería aprobar en la Asamblea Nacional una norma que integre estos tres artículos, así: Que emplear a niños o adolescentes para cualquier tipo de delito se convierta en causa automática para que se pierda la patria potestad sobre todos sus hijos; se pierda también el derecho a demandar alimentos a sus hijos; y, además, se los declare indignos, con lo que perderán derechos de sucesión o herencia.
Perder todo derecho sobre los adolescentes, probablemente no será mucho, pero sería una norma disuasoria para persuadir a algunos de llevar a sus hijos al mundo del crimen. (O)
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