Para hablar de religión y rituales tiene que haber “el corazón que conecte” con todos los seres del Gran Cosmos y no la “razón” porque que esta no puede vincular a los demás.
Partimos de que toda cultura tiene su propia religiosidad y que antiguamente estuvo más relacionada con lo sacro del Gran Cosmos y sus leyes por lo que los pueblos andinos han llamado “nuestra espiritualidad”. Las distintas religiosidades han tenido a las ritualidades como eje fundamental para sus conexiones.
La religión es un sistema de símbolos que provoca estados anímicos profundos y reverencias. Las religiones formulan un orden del mundo en su totalidad. Y para comunicarse con ese cosmos requiere de rituales que son instrumentos de apoyo a estructuras circunstanciales. Por tanto, para las conexiones, el ritual tiene un rol fundamental, por eso es sagrado, es algo protegido para comunicar verdades incontestables e hiper trascendentes pues sacralizan episodios históricos. De ahí que los elementos del ritual son: la participación comunitaria; la emotividad psíquica multisensorial que implica secuencia de actos repetitivos, mediante la cual nos vinculamos con nuestros ancestros y nos conectamos. Nuestras sabias y sabios nos dicen que el ritual es extra-ordinario, rememora el año 0 y tiene PODER, por eso existen los guardianes y guardianas de tradiciones; el yachak hace inversión del cosmos, nos da a conocer que ese otro mundo de paz y armonía es posible.
Según García (2005) la religiosidad de los pueblos andinos surge de un matrimonio entre las diversas deidades aymaras representadas por la diosa Pachamama con el dios Inti, el sol de los incas. Esta alianza espiritual Aymara-Kichwa fue fruto de una relación de fuerzas donde lo político-coercitivo cede ante lo religioso-consensual, y consolidará la estructura dualista y recíproca del sistema incaico, dentro del cual las deidades matriarcales de la cultura Aymara, – que había heredado la concepción comunitaria y politeísta de la extinguida cultura Tiawanaco-, terminan conviviendo en armonía con el Estado Inca guiado por el Inti que poco después sería suplantado por el monoteísmo cristiano que también tuvo de ceder ante las diversas deidades de los ayllus politeístas que terminaron sincretizados.
Esta estructura dualista –en la cual se origina la utopía del Estado comunitario que late en estos tiempos de posmodernidad– es un rasgo fundamental que todavía se mantiene vigente en la vida cotidiana y en el calendario festivo, místico y holístico de los pueblos nativos que habitan la cordillera de los Andes desde el sur de Colombia hasta el norte de Chile y Argentina.
Es así como en Saraguro esta dualidad se presenta en el Kapak Raymi, otra de las celebraciones relacionado con los cuatro raymis del Tawantisuyu. Inicia con Intikinkrayllipyak o solsticio de invierno. El sol se encuentra en el punto más lejano de la eclíptica solar, es decir que está sobre el Trópico de Capricornio, hace su salida entre el 20 y 23 de diciembre. Tiene un caminar que, según los astrónomos, lo llaman analema solar, “es la curva que describe la posición del sol en el cielo” si se observa a la misma hora y desde el mismo lugar, formando una especie de un ocho tendido o tumbado; este conocimiento lo manejaban los amawtas desde los sukankas que eran observatorios astronómicos.
El concepto de Kapak Inti Raymi es re-novación y re-nacimiento; es el nuevo ciclo, el cambio de tiempo o pacha, tanto natural como social y político porque se cambian los gobiernos comunitarios. Es la germinación de las semillas, el verdor (q’omir) de nuestras sementeras. Las chakras agarran fuerza, así como las comunidades cambian sus guías, los priostes y markak taytas redistribuyen sus riquezas materiales compartiendo comida en abundancia para las familias de las comunidades y, a cambio de ello, adquieren la riqueza simbólica de respeto y consideración por sus conocimientos. Además “las relaciones sociales se renuevan, se cuidan, se estrechan, se sanan, se fortalecen, igual que el maíz y el poroto van haciendo una minga para garantizar la vida de cada uno. Kapak Inti Raymi no es un día, es una forma de estar y vivir este tiempo, este pacha” (Inti Cartuchi, 2022).
Guamán Poma señala que el Kapak Inti Raymi era una de las celebraciones mayores del Tawantinsuyu. En este período se realizan dos rituales más sobresalientes: a) La purificación y sanación de dolencias tanto físicas como espirituales. Por ello Guamán Poma nos cuenta que se bañaban en la confluencia de dos ríos, se rociaba el cuerpo con harina de maíz blanco, luego se quemaban las ofrendas cuyas cenizas se arrojaba al río para que lleve todas las enfermedades y llegue hasta el mar. Este rito se celebraba en el lugar sagrado de Copacabana del Lago Titicaca porque era el lugar de origen de Manco Cápac y Mama Ocllo (Alonso Ramos Gavilán, 1621); b) El ritual del warachikuy a los jóvenes para el inicio de la juventud; y c) el kikuchikuy a las jóvenes de 14 a 16 años, a partir del cual se las llama “warmis” o “taski warmi” (Pachakuit Yamki, 1993).
Los rituales estuvieron relacionados por conservar la organización económica y social, sustentando instituciones fundamentales como el Ayllu y el Ayni donde los conceptos de producción comunitaria y reciprocidad laboral determinaban las características de la vida pública y privada. Los pueblos y culturas ante la homogeneización, la globalización y el monoteísmo religioso hemos resistido y esta ha sobrevivido en el plano cultural y espiritual-religioso gracias a las estructuras organizativas de las comunidades que se reflejan en las distintas fiestas y ceremonias. De ahí que, en tiempos de navidad celebrada por la sociedad global, muchos pueblos originarios revitalizan sus propias ceremonias y filosofías de ser y estar en este Pacha.
En el Kapak Inti Raymi de Saraguro coexisten muchos símbolos representados por 12 personajes o “juguetes” que para interpretarlos y aproximarse a una explicación del significado es necesario trabajar desde el conocimiento de la cultura de nuestres ancestres para re-construir lo que estas ceremonias, rituales y personajes podrían decirnos. Uno de ellos es el Aja, el wiki, personajes míticos del Kapak raymi de los Saraguros. El aja, cargado de su abundante musgo gris es el “apu” el “urku yaya” o el espíritu de las montañas, el protector de la naturaleza, de ahí se comprende que este personaje es el mayor de todo el grupo, el que tiene el conocimiento de todo el proceso, el que ordena que las cosas se cumplan como deben ser, infunde respeto y obediencia de los demás; el wiki es un “personaje mítico del kapak raymi. Su misión es dinamizar la fiesta y cuidar de la disciplina de la comunidad, la conducta de su gente, está pendiente de su comportamiento durante la vida… Los errores lo rebelan en cualquier momento… y está prohibido resentirse…” (Información personal de Luis Antonio Lozano Quizhpe 2019).
Para algunas personas el Kapak Inti Raymi siendo de expresión masculina –es la celebración del Sol naciente, la luz, el sol invictus, el nacimiento de la naturaleza, se recordaba y nombraba a los líderes– está dentro de un tiempo femenino porque es el tiempo de preparación de la tierra para la siembra que todavía se realiza en algunas regiones y lugares. Celebraciones que se pierden en la noche de los tiempos posmodernos-mercantilistas y que originalmente estuvieron diseñados para agradecer al Gran Cosmos o Gran Espíritu, dador de vida por la nueva etapa de luz que nace de este solsticio.
No obstante, en este inicio de un nuevo ciclo de vida, urge cambiar nuestro individualismo por nuestro “yo colectivo”, urge afinar nuestros pensamientos y acciones en bien de todas las personas. Hagamos que los baños de purificación que hemos recibido en los taskis o cascadas con el agua más pura lave nuestros cuerpos y corazones, que el espíritu blanco del agua nos cubra para caminar ligeros y que la energía del Gran Cosmos nos llegue en abundancia, entretejido con los rayos del sol y nuestros mejores sueños.
Referencia bibliográfica
– García Mérida, Wilson, 2005. La querella entre quechuas y aymaras, Argenpress, info, 10 de enero de 2005.
– Guamán Poma, 1984. Crónica y Buen gobierno.
Nativa de Saraguro. pertenece a la nacionalidad Kichwa. Estudió en Zamora en la Escuela de Líderes. Cursó estudios universitarios en Cuenca. Es abogada, tiene estudios en lengua y literatura, es magister de Estudios de la Cultura y un Diplomado en Educación Intercultural Bilingüe. Maestra de secundaria y educación superior, investigadora. Ha publicado varias obras, así como artículos en revistas y periódicos. Ha desempeñado varios cargos vinculados a Educación Bilingüe. Es conductora del programa Ñukanchik llata Kashpa (Nuestra identidad) en la Radio comunitaria de Saraguro “KIPA RADIO”, FM 91.3.