Y si hoy la ciudad es reconocida por su equilibrio entre desarrollo urbano y respeto ambiental, es porque esta empresa pública ha sabido asumir un rol más allá de lo técnico, profundamente ético y territorial.
Fundada en 1968 tras una crisis hídrica provocada por el deslave del Cebollar, ETAPA nació como respuesta local a una necesidad urgente.
Su modelo técnico-administrativo fue tan sólido que fue presentado en un Congreso Mundial de la Organización Mundial de la Salud en Ginebra, marcando un hito internacional para la gestión pública ecuatoriana.
Desde entonces, ETAPA ha liderado hitos históricos que transformaron la vida de esta ciudad, como la construcción de plantas potabilizadoras que abastecen a más de 650,000 usuarios, la implementación de sistemas de alcantarillado técnico con planes maestros desde 1968, y obras recientes como el interceptor marginal al río Tutupán.
Ha impulsado la expansión de servicios de telecomunicaciones, incluyendo el soterramiento de más de 30 km de cables y la provisión de internet de alta velocidad en zonas rurales y centros de salud.
Ha consolidado la conservación hídrica con centenares de hectáreas protegidas en diversas zonas de la ciudad y la plantación de miles de especies nativas.
El diseño y construcción de la nueva planta de tratamiento de aguas residuales en Guangarcucho será una realidad en breve, un proyecto clave para el saneamiento ambiental de la ciudad, devolviendo el agua a la naturaleza en las condiciones en que se recibió.
Pero uno de sus mayores legados es el manejo del Parque Nacional El Cajas. Desde 2002, ETAPA asumió su administración, implementando planes de manejo, restauración ecológica y control de capacidad turística.
El Cajas no sólo abastece de agua a Cuenca, es símbolo de identidad, refugio climático y patrimonio natural del Estado.
Frente a esto, han sorprendido y molestado las declaraciones de la ministra Inés Manzano, quien ha calificado a ETAPA como brazo político del alcalde y ha amenazado con retirarle la administración del Cajas.
Acusaciones y amenazas que contrastan con décadas de gestión técnica reconocidas por propios y extraños. Organismos internacionales tienen como referente medioambiental a ETAPA EP.
No ha mentido ETAPA. Quien miente es la ministra Manzano.
Hablar sin conocimiento de causa es hablar desde la ignorancia.
ETAPA ha cumplido con su deber: proteger la biodiversidad y el patrimonio natural de Cuenca.
En tiempos de crisis climática y calentamiento global, Cuenca necesita más ciencia, más ética, más participación, no amenazas.
Porque defender el agua no es ideología.

Gustavo Cardoso Martínez, periodista cuencano con 45 años de experiencia en el ejercicio del periodismo vocacional. Especialista en Medio Ambiente y Política. Director de radio video “Antena Uno”, ex docente e investigador de la Universidad de Cuenca, ex director de radio “Ondas Azuayas”.