- La rosca oligárquica siempre ha buscado apoderarse de cuando menos una parte de los fondos de la seguridad social. Allí está la mayor reserva de dinero efectivo de todo el país. Aportan al IESS todos los trabajadores y empleados, del sector público y privado, el 20,6 por ciento de todas sus remuneraciones. Es decir, un poco más de la quinta parte de sus ingresos. ¿Quiénes son los propietarios de toda esta colosal fortuna?
- Según las tres últimas constituciones sus dueños son los afiliados y jubilados. En la Constitución vigente, en el Art. 372 se establece: “Los fondos y reservas del seguro universal obligatorio serán propios y distintos de los del fisco, y servirán para cumplir de forma adecuada los fines de su creación y funciones. Ninguna institución del Estado podrá intervenir o disponer de sus fondos y reservas, ni menoscabar su patrimonio.”
- Este mandato constitucional los gobiernos de turno jamás lo respetan. Al ser esos dineros “distintos de los del fisco” significa que no es dinero público, ni del Estado, ni de los gobiernos, sino, como es obvio, dinero privado de los trabajadores y jubilados. ¡Lo que ya es privado no puede privatizarse! Para ser jubilado, no olvidemos, se requiere haber aportado un mínimo de 30 años (360 meses) y poseer 60 años de edad.
- ¡Pero estos ingresos no manejan sus dueños, como sería lo honorable, sino los gobiernos de turno, quienes sabotean su servicio y la calidad de atención, para, en forma planificada, intentar privatizarlo! Tampoco cumplen con el mandato referido que advierte: “Ninguna institución del Estado podrá intervenir o disponer de sus fondos y reservas, ni menoscabar su patrimonio.”
- Para junio del 2024 habían 3´766.214 afiliados y 551.467 jubilados. (Expreso, domingo 9 de junio del 2024, pág. 6.) Diario Expreso, del jueves 26 de octubre del 2023, pág. 6, da cuenta que el ingreso mensual del IESS llega a los USD 644,9 millones de dólares. En doce meses la recaudación entraña USD 7.738 millones de dólares; lo que equivale a 21 millones 202 mil dólares cada día, y a USD 883.424,6 (ochocientos ochenta y tres mil cuatrocientos veinte y cuatro dólares) cada hora día y noche, en forma ininterrumpida, el año entero.
- Pero eso no es todo. La mora patronal, o dineros que deben entregarse por parte de las empresas o patrones y están retenidos en forma ilegal, llegaba a los USD 2.254 millones de dólares en el año 2023. Si sumamos los USD 7.738 millones de dólares de la recaudación anual, más la mora patronal (USD 2.254 millones), el monto de las recaudaciones totales debió ser, en el 2023, de USD 9.992 millones de dólares. (¡Nueve mil novecientos noventa y dos millones de dólares en solo el año del 2023!) ¡Ese es el bocado que desde hace décadas desearían engullirse! ¡El bienestar y la atención a los afiliados y jubilados les vale un comino.
- La deuda actual del Estado al IESS alcanzó en noviembre del 2024 a USD 24.233 millones. Esto es 4,62 veces el valor del canal de Panamá ampliado, una de las obras más importantes de la ingeniería mundial, que costó USD 5.250 millones de dólares. También equivale a 18,64 veces el precio del mega puerto marítimo de Chancay, a 75 kilómetros al Norte de Lima, el de la mayor proyección de servicio para toda América Latina, construido con financiamiento del 60% de la República Popular China, y cuyo costo total llegó a los USD 1.300 millones de dólares. (31-132).
- Llevarse en forma planificada decenas de miles de millones de dólares del IESS, sin jamás permitir una fiscalización idónea, es una forma deliberada de colapsarlo. Los gobiernos se apoderan del dinero y dejan bonos que nadie paga. ¿Por qué los supremos “expertos” allegados a los organismos multilaterales, esto es al FMI y al Banco Mundial, jamás plantean la forma de recuperar este dinero, llevado por los gobiernos de Rafael Correa, Lenin Moreno, Guillermo Lasso y Daniel Noboa, antes que subir los aportes mensuales y años para jubilación?
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Doctor en Jurisprudencia y Profesor de Derecho Económico de la Universidad de Cuenca. Ex legislador, autor de varios libros sobre deuda externa, Plan Colombia y el asalto bancario en Ecuador.
