“Envejecer apesta” afirma aquel que fue el hombre más hermoso del planeta y decide que se le administre Pentotal Sódico, allá en Suiza donde la eutanasia se permite bajo ciertas condiciones de responsabilidad y plena conciencia de acto. Alain Delon, el hombre por el que todas las chicas de los años sesenta suspiramos, el actor francés de películas emblemáticas decide el suicidio asistido, luego de sufrir dos ictus que, posiblemente, deterioran su existencia.
Arrogante se despide en una carta de un solo párrafo y anhela que los jóvenes sigan el camino trazado. Y es que las últimas anécdotas del cine y sus personajes, obligan a repensar los temas del edadismo, la vejez, la enfermedad y la muerte.
De igual manera, continuamos con la farándula de estos días, como fórmula de reflexión ante la despiadada “solidaridad” de aquellos que crecen bajo la sombra de árboles frondosos. En el terrible show de los Oscar en el que se confirma, una vez más, el gusto estadounidense por el alboroto, pasó casi desapercibido el gesto de Lady Gaga que, piadosamente, sostenía la mano de Liza Minnelli (otra hora la “novia de Estados Unidos”) con la insolencia de aquellos que saben que la senectud ya no permite defenderse. Esta señora lo hace con Tony Bennet que padece alzhéimer y se alimenta de aquellos recuerdos de los gigantes del cine.
Definitivamente, estas trivialidades ponen de manifiesto aquello que Efraín Jara afirma en su libro “Alguien dispone de su muerte” con la precisión y belleza de su poesía…/ “aquel hombre que hubiera podido ser yo/ ‒y no añicos de un yo‒/ elige algunos fragmentos estropeados/ y con ellos alimenta la avidez de su lámpara… se apresta a verse en las islas/ de cara con la muerte/ y darle un abrazote confianzudo/ posesivo/ olímpico/ verdaderamente desmoralizador”…/
En Ecuador no está permitida la eutanasia. Queremos insistir en que este tema debe ser tratado en la academia y en todos los niveles del estado. Nuestro país emergente no cuenta con centros especializados para atender casos en crisis, enfermedades degenerativas, y otras. Una muerte digna debería dejar de ser un privilegio para ricos y famosos.
En su libro “La Resistencia” Ernesto Sábato habla sobre la vejez en esta época cuando todo es utilitario y se arruman a los ancianos como muebles inútiles “Así nos es dado ver a muchos viejos que casi no hablan y todo el tiempo parecen mirar a lo lejos, cuando en realidad miran hacia adentro, hacia lo más profundo de su memoria. Porque la memoria es lo que resiste al tiempo y a sus poderes de destrucción, y es algo así como la forma que la eternidad puede asumir ese incesante tránsito”
La eutanasia, de alguna manera, es el libre albedrío, el derecho a reivindicar la dignidad, la propia historia.
Portada: Imagen de diario El Mercurio
Poeta. Gestora cultural. Articulista de opinión. Ha recibido varios premios de poesía y al mérito laboral. Ha sido jurado en diversos certámenes nacionales e internacionales. Ha publicado diversas obras, así como Literatura infantil, Sus textos han sido traducidos a varios idiomas y figuran en diversas antologías nacionales y extranjeras.