1. El 7 de febrero del 2021 el pueblo del Azuay y Cuenca, en consulta popular aprobada por la Corte Constitucional, con más del 80% de votos, decidió en forma rotunda que se protejan sus páramos, humedales y fuentes de agua, así como se restrinja la minería metálica, y, en definitiva, no se explote la mina Quimsacocha, que está en la parte alta del macizo andino cercano a Cuenca, Girón y decenas de poblaciones. Quimsa, en quichua, significa tres; y cocha es laguna. El Art. 106, inciso tercero, de la Constitución proclama al respecto: “El pronunciamiento popular será de obligatorio e inmediato cumplimiento.” Como si no fuese suficiente, pueden agregarse, a favor de esta causa, resoluciones judiciales y varias declaratorias municipales declarando a las zonas del páramo como ecosistemas protegidos. No se debe olvidar tampoco que el Art. 12 de la Constitución consagra que “El derecho humano al agua es fundamental e irrenunciable. El agua constituye patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida.”
2. En Quimsacocha o Tres Lagunas (rebautizada desde el poder como Loma Larga, para desechar su nombre y significado original) nacen varios ríos: el Irquis, el Bermejo (afluente del río Yanuncay) y otras vertientes que van al río Tarqui. Según varios expertos, así como de técnicos de la empresa municipal de Teléfonos y Agua Potable (ETAPA), dos de los cuatro ríos de Cuenca, de donde se obtiene el agua potable, quedarían muy afectados, sobre todo sus actuales 607 mil habitantes. Habría una muy grave contaminación con arsénico, mercurio, níquel, plomo, cadmio y aluminio, entre otros elementos; y las aguas subterráneas, o freáticas, también se envenenarían.
3. En Quimsacocha también se forman los ríos Titán, Cristal, Zhununcay, la caudalosa quebrada de Alumbre, que a través del río Girón trasladarían aguas contaminadas con arsénico y mercurio al río Jubones, que afectarían, siempre según los expertos –a quienes me remito-, cultivos de banano y otros productos de varios cantones de El Oro. El proyecto minero, además, establece que requerirían remover y transportar 3.400 toneladas de tierra y roca de la montaña, cada día. Sería una tragedia sin parangón ni antecedentes en el país. ¡La ciudadanía azuaya jamás permitirá la destrucción de decenas de sus poblados y de su provincia, así como de sus fuentes primordiales de agua y de vida!
4. Este proyecto aurífero Quimsacocha se lo impulsó a todo vapor en el régimen de Correa aplicando la Ley de Minería, publicada en el suplemento del Registro Oficial Nro. 517, del 29 de enero del 2009, en cuyo Art. 31 permite la entrega de concesiones mineras (de oro, plata y cobre), por parte del Ejecutivo, en forma directa. El Art. 93 de esta misma ley establece en torno a las regalías que “para este efecto el concesionario minero deberá pagar una regalía equivalente a un porcentaje sobre la venta del mineral y los minerales secundarios, no menor al 5% de las ventas”, agregando de seguido una regulación antinacional terrible: “y para el caso del oro, plata y cobre no mayor al 8%.”
5. ¡Es decir que, cuando se trate de explotar el oro, plata y cobre, las regalías para las multinacionales serán cuando menos del 92 por ciento y quedará para el Estado no más del ocho por ciento! Luego de dos visitas a Canadá ha tomado la posta, también de modo fervoroso, el régimen de Daniel Noboa. Dicho país es la sede de la multinacional DUNDEE PRECIOUS METALS, que espera llevarse el oro dejando los despojos y material de relave muy contaminante en nuestra tierra. Con una denunciada autorización ilegal y tramposa del Ministerio de Ambiente, sin ninguna consulta válida, pretenden iniciar la explotación minera a la brevedad. ¡Noboa cuenta con las mismas leyes, las mismas políticas, los mismos intereses, funcionarios y asesores de Correa! ¡Pero el pueblo azuayo, heredero de los bravos Cañaris (a quienes no pudieron derrotar los incas), está dispuesto a enfrentarlos y a vencerlos a todos ellos! ¡Ni el engaño sistemático ni la simulación refinada les servirá! ¡El pueblo no se deja engañar por las dictaduras electrónicas sucesivas y heredadas, de esencia antinacional y antipopular en posta, instaladas y proclamadas por los escandalosos fraudes electorales consumados a espaldas de un pueblo que jamás los eligió!
6. Las organizaciones populares del Ecuador conocen a la perfección que, por el desalojo del correismo, en nuestro propio país, ya no existen las poblaciones de Tundayme, en Zamora Chinchipe, para entregar esa área para la mina “Mirador”, de oro, plata y cobre, a favor de las multinacionales “China Railway Co. Ltd,” y a la “Tongling Nonferrus Metals Group Holding Co. Ltd.” con el nombre de consorcio ECUACORRIENTE, ECSA. También recuerdan el violento desalojo de todo el valle de Nankintz, en Morona Santiago, de mayoritaria población shuara, para favorecer a las mismas multinacionales (pero con el nombre de EXPORCOBRES), concesionando la mina “Panatza San Carlos”, que es la segunda concentración más grande del mundo en cobre, con 14 mil millones de toneladas.
7. No es nada desconocido que en Chile, por la contaminación desde el desierto, todos los habitantes de Chuquicamata fueron reubicados desde hace décadas en Calama. En Perú y Brasil, por la terrible contaminación del agua y la migración forzada, cientos de poblados han desaparecido. Por eso la lucha y resistencia de los campesinos e indígenas ecuatorianos merece toda nuestra solidaridad, más aún cuando las últimas leyes urgentes de Daniel Noboa apuntan sobre todo a la represión social generalizada, y le franquean la puerta para que pobladores, ambientalistas y defensores de la naturaleza nacional, entre otros muchos grupos humanos, puedan ser acusados de “terroristas” y reprimidos de manera feroz.
8. La gran prensa está ocultando la verdad y cumpliendo, salvo excepciones, el papel de caja de resonancia de las mentiras planificadas y sistemáticas de otro régimen privatizador y represivo, servidor de las multinacionales y de la globo colonización, instalado en el poder con el concurso de un CNE de bolsillo e inconstitucional, cuya mayoría fue auspiciada por Rafael Correa y Jaime Nebot, como se puede comprobar en El Universo, del domingo 28 de octubre del 2018, pág. 3, y en Expreso, del jueves 25 de octubre del 2018, pág. 4. Este organismo de bolsillo e ilegítimo, utilizado para proclamar mayorías legislativas y finalistas jamás electos, aspiran ahora que dirija la nueva “consulta” hasta que proclame que el país “desea” la presencia de bases militares extranjeras en nuestro Ecuador bendito, y otros afanes del régimen autoritario.
9. El gobierno, ante la vibrante resistencia del pueblo azuayo, al verse acorralado y frente a la posibilidad de nuevas movilizaciones, dice que entonces el Municipio de Cuenca y la Prefectura del Azuay resuelvan las demandas ante organismos internacionales de arbitraje donde puede acudir la multinacional, olvidando que el Art. 422 de la Constitución, prohíbe en forma expresa que Ecuador ceda jurisdicción soberana a instancias de arbitraje internacional. ¿Alguien acaso sometió al país a eventuales arbitrajes extranjeros en forma inconstitucional? ¿Ante que organismo jurídico lo hizo? ¿Qué gobierno comprometió al país y cuándo violó la Constitución? ¡El Ecuador, mediante consulta popular, en abril del 2024 rechazó, de manera masiva, una vez más, someter al país a los tramposos arbitrajes internacionales!
10. La columna vertebral de esta colosal resistencia social ha sido la lucha popular, sobre todo de campesinos e indígenas, quienes fueron los primeros en advertir y percatarse de los peligros que acechaban, víctimas de represión constante y quienes saben a la perfección que con la contaminación del agua vienen enfermedades graves y numerosas muertes de pobladores, animales y sembríos. Con el agua envenenada se desintegran y migran, de modo forzado, grandes núcleos humanos, sus familias y vecindarios con siglos y generaciones de vida comunitaria y actividad agrícola compartida. Existen incontables ejemplos de destrucción social en el mundo entero a causa de la contaminación. ¡Por ello el pueblo del Azuay decidió luchar por el agua y por la vida!
11. Existe una muy importante lección que asumir y aprender. ¡No todas las minas, por valiosas que sean, pueden explotarse! ¡Debe siempre respetarse al máximo a las comunidades humanas, y evitarse riesgos insalvables o peligrosos! Si encontrasen vetas de oro o diamantes bajo la Plaza de la Independencia, en Quito, o del Parque Centenario, de Guayaquil, aquello no significa que debe autorizarse su explotación. ¡No puede lastimarse la naturaleza nacional para que las ganancias fabulosas, luego de la destrucción de nuestro país, se lleven las corporaciones extranjeras! (40-116)
12. La lucha por el agua y la vida, y el respeto indispensable a la naturaleza en zonas vulnerables, es una medida insoslayable para la sobrevivencia humana, de las comunidades rurales y ciudades. Los gobiernos olvidan que son transitorios y que las colectividades nacionales, formadas por millones de personas y familias, son permanentes y perpetuas, y jamás pueden ni deben doblegarse ante los afanes opresivos para su debilitamiento. ¡Las colectividades deben luchar siempre, sobre toda otra consideración, por la vida, por su sobrevivencia, su bienestar, su libertad y dignidad de esta y de todas las generaciones del porvenir! ¡El Azuay y el Ecuador no nos pertenecen solo a nosotros –que somos transitorios-, sino a todos los descendientes sin excepción, incluso a aquellos que no hemos visto nunca ni miraremos sus ojos jamás, pero que sabemos con certeza que un día vivirán en nuestra Patria sagrada!
Cuánta razón tenía el ex presidente argentino Arturo Illia, patriota honorable y ejemplar, que advertía en la década del sesenta, antes de ser derrocado por esbirros de las multinacionales: “No les tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar, sino a los de adentro que nos quieren vender.” ¡Situación que en forma lamentable se cumple en nuestro país de manera permanente! Pero como enseña Eduardo Galeano “después de tantos viernes santos un día, sin ninguna duda, tendremos un domingo de resurrección”.
Portada: imagen de Natasha Cabrera

Doctor en Jurisprudencia y Profesor de Derecho Económico de la Universidad de Cuenca. Ex legislador, autor de varios libros sobre deuda externa, Plan Colombia y el asalto bancario en Ecuador.