Otro de los aspectos importantes del “Informe técnico sobre la sustentabilidad de las fuentes de agua que nacen en Quimsacocha bajo el contexto de la fase de explotación del proyecto minero de Loma Larga”, (en adelante el “Informe”), elaborado por ETAPA EP, es el referido a las autorizaciones de uso y aprovechamiento de agua en las subcuencas que nacen en el páramo de Quimsacocha.
Según el Informe, las autorizaciones de agua existentes en las subcuencas de los ríos Tarqui, Yanuncay y Rircay fue procesada a partir del Registro Público del Agua del MAATE, en donde se registran 323 autorizaciones en las tres subcuencas.
En el Estudio de Impacto Ambiental de la minera (EsIA) solo se identificó cuatro puntos de uso consuntivo, sin describir información alguna como caudal y usuarios, siendo estos, el canal de riego de San Gerardo, que capta el agua en la quebrada Calloancay; el Sistema de Agua Potable Rumihuayco, que capta el agua en la quebrada Calloancay; el canal para riego Gualay que capta el agua en laguna Quimsacocha; y, el canal de riego Cristal-Alumbre y Alumbre-San Martín, que captan el agua en el río Alumbre en dos puntos diferentes, por lo que no serían 4 usos sino 5.
A pesar de la importancia de las fuentes de agua que nacen en Quimsacocha y de la existencia de numerosas autorizaciones para uso de consumo humano, riego y abrevadero, el EsIA del proyecto Loma Larga (PLL) no identifica a todos los usuarios del agua ubicados aguas abajo del proyecto, o en su defecto los ignora intencionalmente, por lo que no hay una evaluación sobre todas las autorizaciones de agua que serían afectadas por la actividad minera, en calidad como cantidad del agua, por lo que, los impactos sobre los recursos hídricos y los usos de agua han sido subestimados y reducidos solamente al área operativa del PLL en su mayoría, de manera que, las medidas propuestas de mitigación dejarían de ser adecuadas.
Autorizaciones de uso de agua en la subcuenca del río Tarqui, microcuenca del río Irquis
El Informe señala que dicha microcuenca, tiene una superficie de 4455 ha, a la que confluyen las quebradas: Quinuahuaycu, Aguarongopamba, Lorohuacana, Huagratandana, entre otras.
Las comunidades de Quinuahuaycu, Duraznos y Altarloma están asentadas en la zona alta y media de la microcuenca, quienes usan el agua para consumo doméstico y agropecuario.
Para consumo humano se ha adjudicado 58,77 l/s para abastecer de agua potable a 25.123 habitantes, para riego que garantice la soberanía alimentaria se ha adjudicado 252,1 l/s para regar 662,2 hectáreas, dando un total de 310,87 l/s adjudicados en esta microcuenca.
El 60% de las autorizaciones captan el agua de vertientes, con un caudal adjudicado de 16,4 l/s, por lo que se ha confirmado la alta existencia de este tipo de aguas subterráneas que tiene un grado de conexión importante con las aguas superficiales, ya que aportan un volumen de agua significativo a las quebradas, mismas que son totalmente desestimadas en el EsIA aseverando que no existe conexión entre las aguas superficiales y las aguas subterráneas que luego afloran como vertientes y manantiales.
En la parte baja del río Irquis, se ubica la captación para el sistema de Agua Potable Regional Tarqui-Victoria del Portete con capacidad para 12526 habitantes, sirviendo a las comunidades Irquis Seraturo, El Descanso, San Pedro de Escaleras, Centro de la Victoria, Churuguso, Matequillcana, Estación de Cumbe, Rosa de Oro, Tañiloma, Santa Lucrecia, Loma Blanca, San José, El Carmen de Tarqui, Bellavista, Morascalle. La planta de tratamiento de agua potable se diseñó para un caudal de 32,4 l/s con una cobertura de 6.939 hectáreas.
En el río Irquis, aguas abajo de la captación de agua potable, existe otra toma de agua para el canal de riego denominado Irquis-Carrasco–Churuguzo con una autorización de agua de 84,25 l/s para regar 185,09 hectáreas. Aguas abajo de este canal de riego, existen una autorización para para consumo humano (0,29 l/s -142 habitantes), riego (56,75 l/s – 113,5 hectáreas) y abrevadero (0,18 l/s). Al final del río Irquis se capta un caudal para riego de 6 l/s para regar 12 hectáreas.
El río Irquis nace en la quebrada Quinuahuaycu, en donde se pretende ubicar la bocamina y las instalaciones para la explotación minera del PLL, por lo que, los puntos de captación de agua en el río Irquis para consumo humano, riego y abrevadero se ubican aguas abajo de la quebrada Quinuahuaycu, cuyas aguas fluyen a una alta velocidad, debido a su alta pendiente y flujos rápidos, por lo que son muy vulnerables a cualquier contaminación que se de en la parte alta de la cuenca, ya que cualquier contaminante al entrar en la microcuenca, sería prontamente arrastrado a los puntos de captación de agua potable o riego.
Esto constituye una condición de alto riesgo ya que afectaría la salud de los consumidores de agua potable, ya que no puede ser oportunamente detectada y tampoco tratada por las plantas potabilizadoras convencionales, así como los cultivos regados con estas aguas acumularían los metales pesados que se biomagnificarían en las personas que consumen estos productos, de igual manera el ganado que bebe esta agua contaminada biomagnificaría las concentraciones de metales en la leche y carne, resultando afectada la salud de los habitantes que consumen estos productos que son enviados a varias partes del país, teniendo el estado ecuatoriano que invertir recursos en salud pública para atender graves enfermedades como el cáncer, a causa de la contaminación con arsénico, plomo y otros metales pesados que son los principales contaminantes de las actividades mineras alrededor del mundo.
Balance entre la oferta y la demanda de agua en la microcuenca del río Irquis
El estudio hidrológico del sistema de abastecimiento de agua potable regional Tarqui-Victoria del Portete3, determinó un caudal de estiaje de 51 l/s en el río Irquis en el punto de captación de agua con una probabilidad de ocurrencia del 70%. Para el diseño de las obras de captación se estimó un caudal de creciente de 35.000 l/s con un periodo de retorno de 50 años. Se observa que, el río Irquis presenta variaciones extremas de caudal en época de estiaje y de crecida en total dependencia con las condiciones climáticas. En período de estiaje, los caudales mínimos de circulación en los ríos de páramo son muy pequeños, lo que es sumamente limitante para los diferentes usos competitivos de agua, como para ponerlos en riesgo por los severos impactos negativos que la minería generaría aguas arriba de los sitios de captación.
Para el cálculo del balance de la oferta y demanda del agua, se toma el caudal de estiaje de 51 l/s como la oferta de agua en el río Irquis. De las autorizaciones de agua otorgadas por la autoridad competente, en la microcuenca del río Irquis se determina que la demanda para consumo humano, riego y abrevadero es de 310,87 l/s, misma que superarán ampliamente la oferta en época de estiaje, con un déficit de 259,87 l/s.
En las condiciones actuales y de alta conservación de esta microcuenca, se tiene un balance negativo de 259,87 l/s solamente para la demanda de consumo humano y riego, sin considerar el caudal ecológico.
Existen dos tipos de sequía: la Metereológica que es la ausencia de lluvia, y la Hidrológica: cuando la Demanda es superior a la Oferta de los ríos.
3 ETAPA Sánchez, 1996 Sistema de Abastecimiento de Agua Potable Regional Tarqui-Victoria del Portete
De los datos analizados en la microcuenca del río Irquis se presenta ya la sequía hidrológica, en donde la demanda supera ampliamente la oferta, situación que podría agravarse por los cambios de uso de suelo en los páramos de la cabecera de esta microcuenca, especialmente por los severos impactos negativos que la minería del proyecto Loma Larga podría generar a la recarga hídrica de la microcuenca por deterioro de la vegetación, suelo, cambios del régimen hidrológico, abatimiento del nivel freático, uso del agua para procesos mineros, contaminación con drenaje ácido y metales pesados, etc. afectando no solo a la cantidad sino también a la calidad del agua.
Los efectos del cambio climático han tensado los sistemas hídricos en los Andes Tropicales, ya que la sequía meteorológica de cada año es más intensa en las partes altas de las cuencas afectando a las dotaciones de agua potable y racionamiento de energía eléctrica a nivel de todo el país. Visiblemente por la falta de lluvias, los ríos bajan su caudal a condiciones extremas, adoptando un aspecto de ríos de piedra, cuyo caudal base proviene básicamente de la reserva acumulada en el páramo, la cual es liberada lentamente en la ausencia de lluvias prolongadas. Es crucial que exista una verdadera conciencia y comprensión de la importante función que desempeña el páramo como embalse y regulador natural, el cual nos proporciona agua durante los períodos de sequía. Se debe promover su preservación para garantizar su capacidad de cumplir con esta vital función.
La limitada oferta de agua en época de estiaje enfatiza la necesidad del estricto cuidado de las fuentes de agua y el adecuado manejo de las frágiles zonas de Páramo, para protegerlas sobre todo de la contaminación de metales pesados y drenaje acido de la minería del proyecto Loma Larga, que es totalmente incompatible en las zonas de recarga hídrica e imposibilitaría los usos benéficos del agua.
Continúa el Informe señalando que, en el EsIA se dice que el agua lluvia que precipite en el área de implantación del proyecto Loma Larga (186 ha) con un caudal estimado de 8,6 l/s y el agua que infiltraría a la mina subterránea de 14 l/s, serán utilizados también como agua de proceso en la planta de procesamiento de minerales, caudales que se encuentran subestimados como se explica más adelante en el informe. Estos 22,6 l/s que debían drenar hacia la quebrada Quinuahuaycu serán usados para actividades mineras según se propone, lo que afectaría negativamente la oferta para todos los usos en dicha cuenca, especialmente para la planta de agua potable de 32,4 l/s para servir al sistema regional Tarqui-Victoria del Portete, disminuyendo un 70% del caudal necesario para abastecer del líquido vital a 12.526 habitantes, sin que existan otras fuentes sustitutivas de abastecimiento de agua potable.
La minera en ninguna parte del EsIA manifiesta que debe solicitar la autorización de este caudal de 22,6 l/s que será utilizado en el procesamiento de los concentrados de cobre y pirita. A pesar de los grandes volúmenes de agua subterránea y de agua lluvia que serán bombeados y utilizados en el proceso de explotación, el EsIA no considera estas captaciones que tienen impactos sobre la oferta hídrica del río Irquis, al contrario, las invisibiliza.
Como se explica, la demanda para agua potable y riego supera ampliamente la oferta disponible en la microcuenca del río Irquis, suficiente razón como para no poner en riesgo la cantidad y calidad del agua actual al permitir el desarrollo de este proyecto minero, por lo que, de acuerdo al orden de prelación del agua, el MAATE no debería dar paso a la licencia ambiental al proyecto Loma Larga.
Autorizaciones de uso de agua en la microcuenca del río Portete y en el río Tarqui
El Informe señala que, la microcuenca del río Portete tiene una superficie de 5166 hectáreas está conformada por un sistema hidrográfico distribuido en varios tributarios. El río Portete al unirse con el río Irquis forma el río Tarqui.
En la microcuenca del río Portete y directamente sobre el río Tarqui existen las siguientes autorizaciones de agua para consumo humano, riego y abrevadero.
Para consumo humano se ha autorizado 7,4 l/s para abastecer de agua potable a 3.397 habitantes, para riego (soberanía alimentaria) se ha concesionado 173,2 l/s para regar 516,7 hectáreas. El 64% de las autorizaciones de la microcuenca del río Portete captan el agua de vertientes y manantiales, con un caudal adjudicado de 6,7 l/s, por lo que también se confirma en esta microcuenca la alta existencia de este tipo de aguas subterráneas que tiene un grado de conexión importante con las aguas superficiales, ya que aportan un volumen de agua significativo a las quebradas.
De estas autorizaciones de agua se describen, las siguientes toman el agua directamente en el río Portete y en el río Tarqui:
1. En la quebrada Calloancay existe la captación de agua para la Junta del Canal de Riego de San Gerardo con un caudal de 4,65 l/s para regar 15,5 hectáreas, para abrevadero se adjudica un caudal de 0,5 l/s y para consumo humano se concesiona un caudal de 0,3 l/s para 719 habitantes.
2. Aguas abajo de esta captación en la misma quebrada Calloancay, existe la captación de agua de 0,73 l/s para el sistema de agua potable de Rumihuaycu, que sirve a 400 habitantes.
3. En la parte baja del río Portete se encuentra la captación de 1,2 l/s para consumo humano de 651 habitantes.
4. Luego sobre el río Portete se localiza la adjudicación de 5 l/s para consumo humano al Directorio de Agua Portete para servir a 1.531 habitantes, también se concesiona al Directorio 95 l/s para regar 330 hectáreas y 3,58 l/s para abrevadero.
5. En la parte baja del río Portete se concesiona 24,4 l/s para regar 56,75 hectáreas al Directorio de Aguas Gran Manzana.
6. Al final en el río Portete se adjudica a Alfredo Montesinos 11,97 l/s para regar 23,5 hectáreas y para abrevadero 0,032 l/s.
7. Directamente en el río Tarqui después de la junta de los ríos Irquis y Portete, existen diez adjudicaciones de agua, una para consumo humano para servir a 87 personas, cinco concesiones para riego con un caudal de 30,63 l/s para regar 59,7 hectáreas y 4 adjudicaciones para abrevadero de 1,12 l/s.
Según el Informe, todas estas captaciones de agua sobre la quebrada Calloancay y sobre los ríos Irquis, Portete y Tarqui serían muy vulnerables a la contaminación de metales pesados y drenaje ácido, producto de la actividad minera en Loma Larga ya que cualquier contaminante en las microcuencas, sería prontamente arrastrado a los puntos de captación de agua potable y riego, con graves consecuencias para la salud de la población.
Considerando que estas microcuencas abastecedoras son las únicas fuentes superficiales de agua para atender a esta población y la seguridad alimentaria, en donde la demanda supera la limitada oferta de los ríos, se enfatiza la necesidad del estricto cuidado de la cantidad y calidad del agua del páramo.
Por todo lo expuesto, el riesgo potencial de contaminación en la calidad y cantidad, sobre las únicas fuentes de abastecimiento de agua potable y riego, es elevado, ya que el PLL se ubica aguas arriba de los puntos de captación, en el páramo de Quimsacocha, ecosistema estratégico altamente lesionable, que ha sido protegido desde décadas anteriores por su invaluable servicio ambiental como zona de provisión y regulación de agua, y por otros grandes servicios ecológicos que prestan a la colectividad cuencana.
Autorizaciones de uso de agua en la subcuenca del río Yanuncay
Según el Informe el río Yanuncay nace en el cráter del volcán Quimsacocha, resultado del drenaje superficial y subsuperficial de la caldera forma el río Bermejos, que es el principal afluente del río Yanuncay. La superficie de la subcuenca del río Yanuncay es 42.065,9 hectáreas.
Se mencionan las tres principales autorizaciones de agua que existen en la subcuenca del río Yanuncay. La autorización de agua para la Junta de Riego Quimsacocha-Gualay y para la Empresa de Agua Potable ETAPA EP se ubica en la microcuenca del río Bermejos tomando el agua de desfogue de la segunda laguna Quimsacocha, a una altura de 3.800 m s.n.m. El agua se lleva a gravedad por un canal construido en tierra a cielo abierto.
ETAPA EP tiene autorizado un caudal de 8,8 l/s para servir de agua potable a 6.352 habitantes, mientras que la Junta de Riego Quimsacocha-Gualay tiene adjudicado un caudal de 13,2 l/s para regar 340 hectáreas. En la parte media del río Yanuncay, se encuentra la captación de 407 l/s para el sistema de agua potable Yanuncay que sirve a 307.861 habitantes de la ciudad de Cuenca, cuyos tanques de reserva se interconectan con las reservas de las plantas potabilizadores del Cebollar y Tixán para servir a 661.000 habitantes del área metropolitana del cantón Cuenca.
Según el EsIA, sobre el impacto de abatimiento de los niveles de agua subterránea que se generara a partir del desagüe de la mina, se indica una reducción de aproximadamente 10 m alrededor de las estaciones de muestreo, abatimiento que se encuentra subestimado de acuerdo a lo explicado más adelante. También determina que los flujos y el movimiento del agua subterránea va desde el oeste hacia el este, es decir desde el cráter del volcán Quimsacocha hacia la quebrada Quinuahuaycu.
Según el Informe el impacto del abatimiento no solo ocurriría en la microcuenca de la quebrada Quinuahuaycu, sino que se extendería a la microcuenca del río Bermejos, ubicada a 300 metros más arriba de la mina subterránea. Esto tiene gran significado porque puede implicar disminución al caudal de las quebradas que nacen en el páramo debido al abatimiento (descenso) del nivel de las aguas subterráneas, disminuyendo la oferta de agua de los ríos Quinuahuico, Calloancay y Bermejos.
Según el análisis independiente de Terrae, el abatimiento del nivel freático puede estar subestimado en gran medida a causa de la poca rigurosidad de la empresa minera en la caracterización de las propiedades hidráulicas de las rocas que constituyen el subsuelo. Las preguntas que sobrevienen son ¿qué tan fracturadas están las rocas?, ¿cómo es la red de fracturas?, ¿cómo se conformó la red de fracturas y qué tan fácil se mueve el agua a través de ellas?
A pesar que existirá una disminución del nivel de agua subterránea de 10 metros alrededor de las quebradas que son las nacientes del río Bermejos, la minera no ha estudiado el impacto que esto significa sobre el humedal del cráter del volcán Quimsacocha dentro del Área Nacional de Recreación Quimsacocha y sobre la disminución del caudal en los afluentes del río Bermejos, tomando en consideración que el cráter del volcán es casi plano con pendientes suaves entre el 0 al 5% de acuerdo al mapa de pendientes elaborado por la minera.
Continúa el Informe señalando que, el yacimiento de oro y cobre se encuentra en la falda del antiguo volcán a menos de 1.000 metros de distancia horizontal del límite del cráter, y a pesar de esta cercanía, ningún estudio de agua subterránea ha sido realizado para analizar la posible conexión de las aguas subterráneas del volcán con la mina subterránea y el impacto sobre el caudal del río Bermejos. Sin embargo, más adelante en el Informe se demuestra la conexión existente del agua del sistema de páramo con las aguas subterráneas, por lo que el abatimiento del nivel freático tendría un impacto altamente negativo en la capacidad de almacenamiento del agua en el páramo de Quimsacocha, induciendo su drenaje, con el consecuente desecamiento del ecosistema de páramo, impacto irreversible y desastroso por la poca resiliencia del páramo para recuperarse a su estado inicial después de tan grave perturbación. El páramo que actúa como una esponja de agua, perdería la capacidad para retener agua afectando la disponibilidad de agua para la flora y fauna locales, como para las comunidades que dependen de él para el suministro de agua. Esto también afectaría la regulación del ciclo hidrológico y la mitigación del riesgo de inundaciones.
Como consecuencia de lo analizado, la explotación del PLL podría poner en riesgo la provisión del sistema de agua potable Yanuncay que sirve a 307.861 habitantes de la ciudad de Cuenca cuyo principal afluente es el río Bermejos, además de que, los tanques de reserva se interconectan con las reservas de las plantas potabilizadores del Cebollar y Tixán para servir a 661.000 habitantes del área metropolitana del cantón Cuenca.
Por tanto, el EsIA no ha visibilizado a toda la población que puede ser afectada por la ejecución del proyecto minero, prescindiendo de estudios exhaustivos en el área real de afección en donde se pueden presentar los impactos ambientales, los estudios se han restringido al área geográfica (2.147,16) establecida por la minera sin ningún sustento técnico.
Autorizaciones de uso de agua de la quebrada Alumbre, río Shurucay y Rircay.
Sobre la quebrada Alumbre, y los ríos Shurucay y Rircay, existen 7 autorizaciones de agua para consumo humano, riego y abrevadero con un caudal total de 440,21 l/s y dos autorizaciones para minería en fase de exploración con un caudal de 12,9 l/s.
En el EsIA se menciona que la cantidad de agua requerida de la quebrada Alumbre será de 8 l/s, para ser usada en la Planta de procesamiento de mineral, y que luego de que el excedente del agua de proceso, sea tratada, se lo descargará en la misma quebrada Alumbre. Las descargas planificadas en esta quebrada van desde 6 m3/h (1,6 l/s) hasta 28 m3/h (7,7 l/s). Cualquier falla en el diseño y operación de la planta de tratamiento de agua residual, podría contaminar con metales pesados y drenaje ácido la quebrada de Alumbre, que es tributario del río Shurucay, afluente del río Rircay, afectando los usos de agua para consumo humano, riego y abrevadero, existentes sobre estos cursos de agua.
Llama la atención la elección de la quebrada Alumbre como receptor de los vertimientos sin ninguna justificación técnica, y es evidente la dificultad que plantearía monitorear los verdaderos impactos de contaminación en una quebrada que ya presenta valores de pH ácidos, y valores más desfavorables en algunos parámetros de calidad del agua monitoreados y presentados en el EsIA, tales como el arsénico, el plomo, los sulfatos y otros, como consecuencia de un deslizamiento de alrededor de 1 hectárea en la parte media de la microcuenca de la quebrada Alumbre que deja expuestas rocas altamente sulfuradas a procesos oxidativos en la superficie. Este pequeño ejemplo alerta lo que podría ocurrir en la fase de explotación del PLL, pues la minería expone una masa de rocas inconmensurablemente mayor a la atmósfera que este deslizamiento.
De acuerdo con la información del EsIA, el PLL pretende colocar el punto de descarga en la parte alta de la quebrada Alumbre. Surge entonces la pregunta de cuáles podrían ser los efectos de adicionar una fuente de contaminantes en solución a un cuerpo de agua que ya se encuentra afectado.
Como se puede advertir el Informe de ETAPA EP revela como se pretendió invisibilizar la dimensión de los usos y aprovechamientos del agua generada en las diversas fuentes del páramo de Quimsacocha.
Asesor jurídico, articulista de “El Mercurio”. Participa en algunas organizaciones ciudadanas como el Cabildo del Agua de Cuenca, el Foro por el Bicentenario de Cuenca y en una comisión especial para elaborar el Sistema Nacional Anticorrupción.