“Educación del Latín educare: acción de desarrollar
las facultades físicas, intelectuales y morales”
La Constitución de la República en su artículo 26 dice: … “la educación es un derecho de las personas a lo largo de la vida y un deber ineludible e inexcusable del Estado” …
En su artículo 27 inciso segundo expresa: …” constituye un eje estratégico para el desarrollo nacional” …
La Educación es un tema por excelencia humano, tan antigua como el hombre y tan permanente como la vida, es la base para que las Naciones construyan su porvenir, es la trama más apasionante y bella a donde convergen y de donde emergen los pueblos en busca de su destino histórico, porque de la Educación depende la libertad y la democracia.
Corresponde a la Educación el papel más trascendente de la sociedad, en donde el hogar como núcleo de la familia y la escuela como organismo sistematizado comparten tan delicado compromiso.
Cada época y lugar posee sus características peculiares, sus aspiraciones determinadas y sus valores típicos que la definen.
A la luz de estos principios el Ecuador necesita un Sistema Educativo acorde a las necesidades y realidades de su entorno.
Todo sistema educativo obedece y se sustenta en principios filosóficos y actúa en función del concepto que se tenga del ser humano; por consiguiente, le corresponde al ministerio de Educación iniciar una profunda reflexión sobre la Educación, que nos lleve al planteamiento del tipo de hombre que debemos formar, lo que obliga a precisar conceptos básicos de hombre y Filosofía Educativa.
Es universalmente conocida la definición de hombre cómo “animal racional”, valorando la parte racional, intelecto, mente y pensamiento. Hoy definiríamos al ser humano como un “un ser bio-psíquico inmerso en un medio ambiente en el que actúa” O “un organismo inteligente que actúa en un medio social”
La nueva concepción del ser humano precisa un nuevo enfoque en la Educación ecuatoriana. Estamos viviendo un desajuste entre el sistema educativo y las necesidades y modo de ser del hombre actual.
El pilar de la fundamentación educativa debe cimentarse en normas éticas, morales y humanísticas que garanticen el respeto a la vida, solidaridad, confraternidad, igualdad y veracidad. Las concepciones educativas deben potenciar el desarrollo de la capacidad crítica del estudiante, una actitud innovadora y, el cultivo de un pensamiento social caracterizado por el conocimiento de la cultura y de la realidad nacional, que le permitan ser agente de cambio con acciones constructivas y transformaciones modernizadoras en las diferentes instancias sociales.
El estudiante debe ser el sujeto activo y creador en la búsqueda de líneas de acción para su formación científica-técnica y el desarrollo integral de la personalidad.
El sistema educativo ecuatoriano, a pesar de las constantes reformas que ha tenido, sustentadas en modelos de otros países como Colombia, España, Cuba; no responde a la realidad nacional, por el contrario, la educación que se imparte carece de valores humanos, no hay respeto, cumplimiento del deber, ni por el culto a la verdad, ni por el trabajo honrado, ni por el respeto a los demás.
El Ecuador geopolíticamente tiene Regiones bien definidas, es pluriétnico y pluricultural, caracterizado por realidades diferentes respecto a su cultura, costumbres, dialectos, rasgos físicos y temperamentales.
El nuevo Modelo Educativo del País, se proyectará a través de la formación de una conciencia social de los estudiantes al rescate de los valores humanos y culturales, respeto, defensa y promoción de los mismos con verdadero espíritu cívico y patriótico de nuestra nacionalidad, más aún frente a la invasión extranjera que deforma los valores y actitudes de nuestro pueblo, en especial de la niñez y juventud.
La concepción de la sociedad ecuatoriana sobre la moral es preocupante, debido a que la cultura intelectual avanza a ritmo acelerado y la cultura moral se queda a la zaga. Este desequilibrio lo vemos en la cotidianidad por las actitudes extrañas hacia las costumbres, familia y demás instituciones. Hoy es común la búsqueda de una vida fácil y de gustos vulgares, es general la exigencia sólo de los derechos y el rehuir a las obligaciones, son plausibles los comportamientos groseros, las injusticias la corrupción y el favoritismo.
Estos cambios son emergentes y pueden lograrse con un Sistema Educativo basado en la realidad nacional.