Ángel Vera
En 2024, la Academia Sueca de las Ciencias concedió el Premio Nobel de Química a David Baker, Demis Hassabis y John Jumper, por sus trabajos de computacional y la predicción de la estructura de las proteínas. Para el 2025, fuentes allegadas a esta Academia y a la Revolución Ciudadana, me acaban de confirmar que será postulado un ecuatoriano, con todas las posibilidades de ganar.
Por lo pronto no se sabe quién es ni como se llama, aunque se colige que trabaja en el Instituto Geográfico Militar, impresor de las papeletas electorales y que se lo postulará por grandes aportes en favor del fraude electoral y potenciales alcances infinitos para el crimen organizado, gracias a su invento de la tinta saltarina, capaz de autotransferirse de un sitio para otro, en una hoja de papel.
Quien está más al tanto del milagroso invento, que ha dejado sin votos a Luisa González, es el Rafa Correa. Según el Rafa, la tinta, al doblarse las papeletas de votación, desapareció del casillero de los votos reservados para Luisa, saltó al casillero previsto para votar por Noboa y allí lo impregnó. Claro, previo tratamiento químico del papel, con un ácido tánico extraído de vinos chilenos, exclusivamente en el espacio noboísta.
Según el destacado químico Rafico Cinturón, esta tinta mágica está compuesta de los siguientes ingredientes: sulfato ferroso, pigmento negro, glicerina, etanol y bicarbonato, más otras sustancias sujetas a fiscalización. Hasta ahí la parte política.
Pero connotados Grupos de Delincuencia Organizada han dicho, por las redes sociales, que si el creador de la tinta saltarina no gana el Premio Nobel, ellos le pagarán uno de igual equivalencia, ya que ven en dicha tinta potenciales usos de futuro prometedor para su industria: Por ejemplo, servirá para firmar cheques, cuya rúbrica desaparecerá al tercer día.
Las perspectivas de la tinta saltarina o evaporable son tan infinitas para la corrupción y el delito, que harán que el fraude con la Luisa sea ínfimo….
Mis contactos en el bajo y en el otro mundo me cuentan que ya se está trabajando en el uso que podría tener esa tinta en firmas de pólizas, pagarés, escrituras de compraventa de terrenos y vehículos, millonarios contratos de seguros y de petróleos … pero donde le ven mayores augurios es en las actas matrimoniale, donde los eventuales clientes serán los interesados en aplicar la máxima: “Ojos que te han visto no te volverán a ver”. (O)
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Periodista, comunicador social, abogado. Hoy, independiente. Laboré 27 años en medios locales como editor, redactor y reportero. Diarios El Mercurio, La Tarde y El Tiempo; revista Tres de Noviembre del Concejo Cantonal de Cuenca; radios El Mercurio, Cuenca y América.