Catalina Mendoza Eskola
¿De qué manera las y los científicos sociales pueden articular la teoría con la acción para responder a los desafíos sociales contemporáneos? ¿Cómo se puede avanzar desde una investigación “científica” tradicional hacia modelos colaborativos que involucren a las organizaciones sociales? ¿Cuál es la responsabilidad política de las y los académicos en contextos marcados por la pobreza, la desigualdad y la violencia?
El papel del científico social consiste en desarrollar marcos teóricos adecuados para entender y promover el cambio social, según Fals Borda. Este autor cuestiona el uso de teorías europeas y norteamericanas y propugna la búsqueda de teorías alternativas que permitan entender mejor nuestra realidad para transformarla, vinculando la teoría y la práctica (investigación-acción). En opinión de Rappaport (2015), la Investigación Acción Participativa (IAP) fue la posibilidad de coordinar la investigación con el activismo político, analizando la historia de los pueblos desde su punto de vista. No obstante, considera que la IAP fue concebida como investigación “científica”, pero la investigación “científica” no sería la única manera de hacer investigación.
Rappaport (2015) sostiene que ni los académicos/as ni las organizaciones sociales pueden hacer investigación solos. De ahí la necesidad de emprender una investigación de carácter colaborativo. La colaboración consiste en un intercambio desde diferentes posicionamientos, reconociendo las capacidades de unos y otros para teorizar. Es el dialogo el que define lo que debe ser investigado.
Rappaport (2015) complejiza el carácter de las organizaciones que participan en el proceso investigativo. Dice, por ejemplo, que la cultura de las organizaciones indígenas ha sido mediatizada por diversas relaciones de carácter histórico: las culturas indígenas, las ONG, las instituciones públicas, el catolicismo, las disciplinas académicas…
¿Cuál es el rol de los científicos sociales? Fals Borda plantea que la ciencia debe estar “inspirada en los intereses de las clases trabajadoras”, que hay que tener conciencia de “para quién se trabaja”. La ciencia social debe inspirarse en los intereses de las clases trabajadoras: una nueva ciencia social del pueblo y para el pueblo trabajador. Para Rappaport (2015), sin embargo, el oficio de un académico/a no consiste en “cambiar las cosas”. Si bien reconoce que la investigación colaborativa tiene un carácter político, sostiene que su “papel más político” está en el salón de clases, con los/as estudiantes.
En mi opinión, nuestro rol como docentes consiste en promover y acompañar la reflexión crítica de los/as estudiantes en torno a la realidad social, a partir de marcos teóricos y metodológicos adecuados a las necesidades de nuestros contextos, caracterizados por la pobreza, la desigualdad, la violencia. Si bien el aula de clases es nuestro escenario principal, sigo creyendo en la importancia de desarrollar y emplear la teoría para cuestionar y transformar la realidad social: avanzar desde una investigación “científica” hacia una investigación colaborativa, reconociendo nuestros diferentes posicionamientos, así como la diversidad de las organizaciones sociales con las que trabajamos.
Referencia Sánchez, Santiago (2015). “Diálogos con Joanne Rappaport. Aportes a la etnografía de la mano del Consejo Regional Indígena del Cauca -CRIC- suroccidente de Colombia”. REA, Nº 0. https://iiacyl.files.wordpress.com/2015/04/n0_entrevista_rappaport.pdf
Portada: foto tomada de: https://n9.cl/xnt2w

Doctora en Jurisprudencia por la Universidad de Cuenca. Obtuvo un Maestría en Género y Desarrollo en la misma universidad. Posee un Doctorado (Phd) en Derecho por la Universidad Andina Simón Bolívar. Fue Directora del Instituto Nacional de la Niñez y la Familia, en Azuay, Cañar y Morona Santiago. Secretaria Ejecutiva del Concejo Cantonal de la Niñez y Adolescencia de Cuenca. Se desempeñó también como Jueza Provincial de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia del Azuay. Laboró en el Municipio de Cuenca y en el Gobierno Provincial del Azuay. Autora de artículos y libros sobre derechos y género. Ha participado como ponente y coordinadora en seminarios nacionales e internacionales vinculados a su campo de estudio e investigación