Recuperar y fortalecer las lenguas nativas es una necesidad apremiante para el futuro de la Humanidad, señaló la ONU, en el 2019. Los pueblos nativos sufrimos cada día el intento de la desaparición, los gobiernos durante 529 años han intentado exterminarnos, mediante las invasiones, el colonialismo y las agresiones etnocidas. Con la sentencia de muerte a Tupac Amaru, se dijo que no se hablara más la lengua de “los indios”, se castigaba a quienes lo hacían. A pesar del asedio capitalista, los pueblos nativos estamos aquí, seguimos existiendo, resistiendo la era postcolonial y somos los guardianes de los recursos naturales de la Madre Tierra.
La invasión europea intentó borrar nuestra esencia, lo que somos, para imponernos lo “otro”, lo que no somos. Llevamos siglos de silenciamiento y dominación, producto de ello nacieron nuestros complejos. Ejercer la práctica de nuestra lengua materna es uno de los derechos más importantes ya que la lengua es expresión de la cultura y de una cosmovisión, de una forma de ver, entender, interpretar el mundo y de relacionamiento con los otros. Los estados coloniales han conservado la conducta de negar la diversidad cultural en pro de una homogeneidad impuesta considerando al castellano como el único referente lingüístico.
En este contexto ideológico las posibilidades de políticas lingüísticas para el desarrollo de las lenguas nativas han sido históricamente imposibles (Yataco, 2012). Se han dado políticas reduccionistas y excluyentes, ocasionando que los hablantes nativos rechacen su propia lengua y cultura, haciéndonos sentir inferiores, de bajo prestigio. Presiones ideológicas que han llevado a la autoexclusión de algunas nacionalidades, con el fin de conservar viva su lengua y al autorechazo a la lengua heredada de sus ancestros, en otros casos. Las causas profundas para negar y autonegarnos a hablar nuestra lengua materna es el racismo y la discriminación.
Hablar nuestra lengua es un derecho fundamental para la libertad de pensamiento, opinión y expresión. Ese debe ser el fin que guie al sistema de educación que favorezca el desarrollo de las lenguas nativas, la descolonización del saber y la no discriminación por razones lingüísticas. Nuestra Constitución, en su Artículo 2 señala: el castellano, el kichwa y el shuar son idiomas oficiales de relación intercultural. El Estado respetará y estimulará su conservación y uso.
En Ecuador existimos 14 nacionalidades y 14 idiomas porque cada nacionalidad tiene su propia lengua. El kichwa es hablado en la sierra, los migrantes del “páramo” en la costa y el oriente. Sin embargo, el Estado no protege a las lenguas de las nacionalidades y pueblos nativos contra la expansión del castellano y de la monocultura. El castellano mediante agentes de desarrollo, de las religiones y de la educación intensifica su avance en las comunidades minando peligrosamente la supervivencia de las lenguas maternas de las nacionalidades. Las instituciones públicas y privadas verbalizan el castellano, de allí que el uso de la lengua materna siga un proceso continuo de desaparición.
Hay razones fundamentales porque las abuelas y abuelos continúan hablando su idioma materno, ven con tristeza que los nietos, nietas y la generación de jóvenes, se reniegan de hablarlo. Mantener y hablar nuestra lengua materna es importante por las siguientes razones:
- Una lengua es expresión de todo el quehacer cultural científico, filosófico, económico y político de una cultura. Es decir, una lengua es un medio de comunicación entre miembrxs y compañerxs de las comunidades y otros hablantes coterráneos que por efectos de migración están fueran del país.
- Nos permite mantener nuestra identidad. Saber nuestras raíces, saber de dónde venimos. Fue la lengua que hablaron nuestras abuelas, nuestros antepasados, sean estos cañaris, paltas, puruháes y otros. Es la lengua que hablaron nuestros taytas y mamas en algún momento de su vida. Las personas tienen derecho a construir y mantener su propia identidad cultural, a decidir sobre su pertenencia a una o varias comunidades culturales, a conocer la memoria histórica de sus culturas y a acceder al patrimonio cultural (Art. 21 Constitución), a difundir sus propias expresiones culturales, a mantener, desarrollar y fortalecer libremente su identidad, sentido de pertenencia, tradiciones ancestrales y formas de organización social. (Art. 57. 1).
- Valorar los conocimientos y saberes: la lengua forma parte de nuestro ser y sentir como nativos o andinos. Permite valorar y revalorar nuestra cultura y los conocimientos existentes en las comunidades. “Mantener, proteger y desarrollar los conocimientos colectivos; sus ciencias, tecnologías y saberes ancestrales” (Art. 57. 12).
- Proporciona medios de trabajo, como es la docencia en los centros educativos. De acuerdo a la Constitución, se señala que el Ecuador es país plurinacional e intercultural, ello implica que las y los docentes deben hablar una lengua de las nacionalidades, de esta manera formar a los presidentes y autoridades de las instituciones que hablen dos idiomas nativos. Es obligación del Estado, “Asegurar que se incluya en los currículos de estudio, de manera progresiva, la enseñanza de al menos una lengua ancestral” (Art. 347, 10).
- Han servido de base a la cultura ecuatoriana y latinoamericana. Hablar una lengua materna permite conocer los aportes que ha realizado a la estructura del castellano, muchos términos están en el lenguaje popular del Ecuador y Latinoamérica. Están presente en los nombres de comidas, en sus ríos, en las costumbres, en las toponimias, antroponimias. Están en los apellidos, en nombres de ciudades, pueblos y comunidades.
- Gracias a la presencia de estas culturas el Ecuador es diverso, multicolor, sirve al turismo folklórico, a las propagandas comerciales.
- Comprender filosofías. Al hablar y conocer una lengua podemos comprender y aprehender otras filosofías, como la filosofía andina. En las lenguas nativas están diversas formas de vida, de relacionamiento con el medio ambiente, con los seres espirituales, con los demás de su ayllu y suyo. Entender los conocimientos que tenemos y que no es posible explicarlo o traducirlo.
- La lengua materna nos permite formar grandes mancomunidades, a nivel de país como regional, unidos por unos mismos objetivos. Resistir y soñar por un mundo más humano y justo.
- Nos permite conocer nuestras historias, las memorias de nuestros antepasados. Sus formas de vida y pensamiento, entender las cosmovisiones y cosmovivencias y problemas de cada una de las nacionalidades comunidades y pueblos.
- Salvarnos de la globalización y la extinción, resistir a todo intento de masificación y homogeneización; por eso es urgente y necesario hablar, aprender y mantener nuestros idiomas maternos.
En conclusión, es necesario amar nuestra lengua para volverlo universal, hablar y escribir –en diferentes formas literarias: artículos, comentarios– para algún día realizar artículos científicos en nuestra lengua materna como lo hacen en las lenguas dominantes.
Es necesario tener la voluntad de aprender y quienes sabemos, tener la voluntad y el amor de enseñar a las futuras generaciones y a los mestizos que quieren aprenderlo.
Conocer una cultura supone conocer y practicar su lengua materna con la cual entender la filosofía, la cosmovisión y la realidad social de la diversidad cultural de nuestro país y buscar soluciones a los problemas que nos aquejan.
Hoy en día, los pueblos indígenas, por situaciones económicas y de educación estamos en las ciudades y es necesario tener un mecanismo de comunicación con la sociedad mestiza.
Hablando y practicando nuestro idioma en todos los espacios públicos y privados podemos borrar la estigmatización sembrada por los invasores y colonizadores sobre nuestra lengua, a la que llaman dialectos.
De ahí que es obligación de todo ciudadano y ciudadana de aprender hablar y enseñar porque todos y todas tenemos una madre en común, hay una sangre en común, aunque se trate de negarla, de esconderla.
Nativa de Saraguro. pertenece a la nacionalidad Kichwa. Estudió en Zamora en la Escuela de Líderes. Cursó estudios universitarios en Cuenca. Es abogada, tiene estudios en lengua y literatura, es magister de Estudios de la Cultura y un Diplomado en Educación Intercultural Bilingüe. Maestra de secundaria y educación superior, investigadora. Ha publicado varias obras, así como artículos en revistas y periódicos. Ha desempeñado varios cargos vinculados a Educación Bilingüe. Es conductora del programa Ñukanchik llata Kashpa (Nuestra identidad) en la Radio comunitaria de Saraguro “KIPA RADIO”, FM 91.3.