Después del trabajo denodado de colectivos, organizaciones e individuos articulados en el Cabildo por el Agua de Cuenca, finalmente, la consulta popular por el agua en la capital azuaya se llevará a cabo el próximo 13 de diciembre, en concordancia con los plazos establecidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Así lo dio a conocer Diana Atamaint, presidenta de la entidad, el pasado 2 de octubre, no sin lamentarse de la fatalidad de los plazos al adelantarse a los comicios nacionales de febrero del próximo año. Sin embargo, para que lxs cuencanxs acudamos a las urnas es preciso que Atamaint convoque a la consulta y a una sesión del pleno del CNE, hechos que esperamos desde el 14 de octubre. Que la consulta popular coincida con la primera vuelta electoral no solo significaría una reducción de gastos sino fomentaría una discusión pública y política en torno a la cuestión de la minería a gran escala en el país, debate que urge sea acogido por todxs lxs candidatxs y nos permita vislumbrar cuáles son las posturas y las propuestas al respecto. De modo tal, que las continuas movilizaciones sociales cuya bandera de lucha es la defensa de los territorios a lo largo y ancho del Ecuador sean incorporadas en la construcción colectiva del Estado.
Estas luchas no son recientes, datan de al menos un par de décadas y responden a la amenaza inminente de 30 megaproyectos mineros en el país, ubicados en fuentes hídricas, ecosistemas frágiles y territorios campesinos e indígenas. Tal es el caso de Cuenca, en donde están dos proyectos estratégicos, Loma Larga y Río Blanco, empero, no son los únicos. Según el catastro minero, casi el 20% del cantón está concesionado a la minería metálica y todas las concesiones se asientan en los páramos, ecosistemas que son nuestras fuentes de agua por excelencia. De allí, que los conflictos sociales alrededor del extractivismo minero lleven más de 20 años y hayan consistido en una serie de acciones de resistencia frente a la instalación de estos emprendimientos. Entre estas actividades constan las consultas populares, para el caso de Kimsacocha se han desarrollado dos eventos, promovidos por las comunidades y organizaciones: la una, de carácter comunitario, en las parroquias Tarqui y Victoria del Portete en 2011; y la otra patrocinada por la Unión de Sistemas Comunitarios de Agua de Girón en el 2019, en ambos casos triunfó el NO a la minería. En el plebiscito nacional de febrero de 2018 también ganó el sí a la prohibición de la minería metálica en todas sus fases en zonas intangibles, áreas protegidas y centros poblados. Pese a ello, los pueblos se preguntan porqué siguen presentes los mineros. La respuesta a esta inquietud no es simple, ya que se trata de una lucha asimétrica en la cual, el poder del capitalismo extractivo se impone a la voluntad popular, muchas veces con la anuencia de gobiernos y autoridades.
La consulta popular por el agua de Cuenca ha suscitado críticas y profundas reflexiones, y lo reconocemos: no es perfecta, pero también responde a las múltiples trabas impuestas por los dictámenes emitidos por la propia Corte Constitucional a las solicitudes encabezadas por el exprefecto del Azuay, Yaku Pérez.
Así que, en medio de las respuestas que esta coyuntura nos demanda, invitamos a todos los actores vinculados con el agua a sumarse en la campaña por el agua y la vida en Cuenca, a la vez que exhortamos al Concejo Cantonal y a ETAPA a involucrarse de lleno en este proceso eleccionario para que, como diría mi entrañable compañero Kléver, gane el SÍ por goleada histórica.
Bióloga por la UDA. Master en estudios interdisciplinarios en sostenibilidad ambiental, económica y social, por la Universidad Autónoma de Barcelona. Integrante del Colectivo Yasunidos Guapondelig y de la Plataforma Ecuador Decide Mejor sin TLC.