Desde tiempos inmemoriales los pueblos nativos han desarrollado un arte comunitario como una expresión integral de su cosmovisión cultural, mediante el cual han transmitido conocimientos, saberes, lenguas y formas de vida. El desarrollo de estas actividades ha requerido y requiere un espacio, el territorio, y por eso los pueblos y nacionalidades hemos tenido “toda una vida de lucha por la defensa de nuestros territorios”, porque sin tierra, sin naturaleza no hay vida. En la Madre Tierra está todo.
Nuestros mayores nos enseñaban mediante el arte del hilado, del tejido, del arado, del tallado de madera y piedra, el arte de elaborar collares nuestras tradiciones y legados. A lo largo de más de quinientos años hemos experimentado la permanente destrucción de los elementos culturales, en la cual ha jugado un papel importante la educación formal monolingüe, la misma que ha experimentado las enseñanzas con varios métodos y los resultados no han sido tan favorables, especialmente en el campo del mantenimiento y fortalecimiento de los idiomas originarios. La educación en estos momentos afronta la crisis y los desafíos de repensar las prácticas de conocer y experimentar otras propuestas formativas que den respuestas a la construcción de un Ecuador plurinacional, en el cual se respeten los derechos lingüísticos y colectivos de las 14 nacionalidades y 18 pueblos.
La pedagogía del arte propone métodos alternativos de enseñanza aprendizaje con los que se desmontarían los modelos existentes. Ejercitar las artes es el eje fundamental de la formación integral de las personas con sentido crítico, reflexivo innovador en todos los campos. El arte desarrolla capacidades, actitudes, hábitos, habilidades y destrezas; es decir, va más allá de lo técnico. Es un medio de interacción, comunicación y expresión de sentimientos y emociones, permitiendo una formación integral de las personas.
Para los pueblos originarios de Norte América el arte es “an expression of life” practiced by all the people, usually an “anonymous activity expressing a unique cultural perspective of living” (Cajete, 1994, p. 146). Esta concepción de arte como una “expresión de vida” practicada por todo el pueblo, es una “actividad anónima que expresa una perspectiva cultural de vida”, permite que el arte en las comunidades esté integrado a la vida y a la vez ofrece una identidad individual y comunitaria. Significa además una cosmovivencia que integra mitos, sueños, arte, ecología, comunidad y espiritualidad. John Dewey (1934) relaciona el arte “con lo cotidiano, con el cuerpo, con la actividad y con la creación”; por tanto, es una actividad experiencial, tiene función en nuestras vidas. Todas las personas tienen experiencias estéticas que son nuestras manifestaciones y potencialidad para desarrollar la vida con sentido de dignidad, de justicia y conocimiento de la memoria oral colectiva, y para esto existen diferentes maneras de decir, pensar y de hacer.
Si el arte es una cualidad del hacer, viene a ser una acción, en esa visión y la necesidad de fortalecer la revalorización cultural y el idioma nos agrupamos varias mujeres, denominado SIRAK WARMIKUNA -(mujeres que bordan). Una acción que permita una vida más digna con justicia y liberación, en palabras de Freire: “Solamente la acción sin la reflexión no es una estrategia de crítica y activismo, y que la sola reflexión sin la acción es simple verbalismo” (Pedagogía del Oprimido).
El hilo conductor de nuestro trabajo fue el arte del bordado, ya que este hilvana tenuemente puntadas y pensamientos. El bordado pone en escenario campos de varios conocimientos y símbolos como: diseñar, pintar o bordar; estas acciones se hacen con nuestra inspiración y creatividad que está tanto en nuestros cuerpos como en la memoria colectiva. Cada diseño e historia que plasmamos en las telas nos llevaba a reflexionar y buscar un sentido y significado; comparamos y reflexionamos sobre cómo hacemos las ofrendas florales los domingos, cómo aprendimos. Y por eso este proceso de silencio, mientras nuestras manos plasman ideas, nos ayudaría para escucharnos en nuestro idioma materno, infundándole concreción a la sentencia: “Nuestras manos tejen historias, que transmitimos con la palabra”; el encuentro de dos generaciones, de quienes mantienen la lengua materna mediante la tradición oral y la juventud y niñez que no había oído hablarla.
En este proceso del arte entra en juego el intelecto con la emoción, el sentimiento y la razón, pone en acción todos los sentidos y el cuerpo; el cuerpo que late, que juega, que piensa, lo que nuestras mayores decían al estar haciendo un tejido, un bordado, un arreglo floral, “las manos haciendo, los oídos escuchando, la boca hablando”. De esta manera, usando el arte del bordado reflexionamos las prácticas de artes comunitarias y mediante el kichwa se relata historias de vida corta, historias sobre Fierro Urku, las wakas y diosas del agua. Así vamos afirmando nuestro aprendizaje del idioma.
Una lengua sin hablantes vivos es una lengua muerta
En la provincia del Azuay vive el pueblo Cañari y en Loja el pueblo Saraguro, ambos de la nacionalidad kichwa. Sin embargo, los hablantes kichwa son aquellas personas mayores a los cincuenta años. Hacer que nuestra cultura y el idioma se mantengan para que sean los canales de comunicación de conocimientos y saberes, implica o es necesario la revitalización, revalorización y promoción del idioma kichwa que en la juventud y niñez va perdiendo vitalidad, pues una lengua sin hablantes vivos es una lengua muerta. Y esta situación debilita la sobrevivencia de los pueblos y nacionalidades con todas sus formas de conocimientos y filosofías de vida.
Las políticas de revalorización y promoción del idioma no solo deben considerarse en el área rural, sino también en lo urbano porque los pueblos nativos no solo estamos en las áreas rurales, estamos en un significativo porcentaje en las ciudades, en diferentes trabajos y en instituciones tanto privadas como públicas. Al llegar a las ciudades, debido al racismo y a la discriminación que sufren o tienen que desclasarse, o enmascararse con la vestimenta del lugar donde tiene que convivir y autonegarse así mismas /os de su identidad y su idioma para evitar ser objeto de burla. Como consecuencia de esto las comunidades rurales ya han perdido su lengua debido al sistema colonial que vivimos
Las autoridades locales están en la obligación de implementar una política pública y esto implica cuatro aspectos: la norma, la institucionalidad, asignación presupuestaria y la participación comunitaria o los hablantes. No solo los GADS que tengan población indígena, sino todos los gobiernos locales, porque los indígenas están en todas partes. La revalorización y promoción lingüística debe ejecutarse con actividades en la población mestiza y en las comunidades porque Ecuador es plurinacional porque urbanidad y ruralidad son complementarios. Por tanto, debe ser un trabajo conjunto entre todas las instituciones del Estado. Hasta el momento las instancias gubernamentales lo toman como simple folklor, una danza, gastronomía, o se paga unos dólares para que alguien realice una ceremonia y entregue un “bastón de mando” con lo que se desvirtúa el sentido profundo y respeto a la espiritualidad y simbología de las comunidades y pueblos nativos.
Para concluir podemos decir que la experiencia de nuestro bordado colectivo nos ha abierto la posibilidad de contar nuestras historias, memorias y aspiraciones, producir significados a partir de la memoria colectiva. El bordado y el tejido propician formas de encuentro social y una forma de educarnos a nosotras mismas.
Bibliografía de referencia
VIVA project partners, (Editor), (2011). Community Arts and Popular Education in the Americas. Canadá, State University of New York Press, Albany.
Portada: Foto tomada de EL UNIVERSO
Nativa de Saraguro. pertenece a la nacionalidad Kichwa. Estudió en Zamora en la Escuela de Líderes. Cursó estudios universitarios en Cuenca. Es abogada, tiene estudios en lengua y literatura, es magister de Estudios de la Cultura y un Diplomado en Educación Intercultural Bilingüe. Maestra de secundaria y educación superior, investigadora. Ha publicado varias obras, así como artículos en revistas y periódicos. Ha desempeñado varios cargos vinculados a Educación Bilingüe. Es conductora del programa Ñukanchik llata Kashpa (Nuestra identidad) en la Radio comunitaria de Saraguro “KIPA RADIO”, FM 91.3.