Ingreso al recinto electoral, un reloj grande, marca las 16h46 y los 27°C. Hace calor y un sol abrasador calienta la ciudad del agua. El recinto consiste en un edificio de cuatro pisos con largos pasillos donde se ubican las Juntas Receptoras del Voto (JRV), un patio central permite contemplar los cerros de verdes cabelleras que circundan el valle de Guapondelig (llanura amplia como el cielo). Diez horas después de constantes intercambios entre los integrantes de las JRV, el personal del Consejo Nacional Electoral y miembros de la fuerza pública, han permitido establecer un ambiente afable entre todos. No falta quien anda por ahí corriendo para votar a último momento y atraviesa el amplio patio bañado por el sol. A las 16h52 llegan los policías quienes cordiales saludan con los militares, llegan también un par de veedores internacionales, permanecen dentro del recinto unos pocos minutos antes de esfumarse para siempre. A las 17h00 suena una alarma y el escrutinio empieza. Las JRV están conformadas exclusivamente por jóvenes (debe ser la pandemia) que afanosos se sumergen en mares de papeletas, han estado allí desde las seis de la mañana así que se esfuerzan por avanzar rápidamente. La bandera del Ecuador se iza a las 17h31, este acto pasa desapercibido, me pregunto si seremos conscientes de que en esta jornada electoral se juega el presente y el futuro del país, en el próximo lustro se definirán políticas públicas que marcarán el paso de 17 millones de ecuatorianos. Transcurre el tiempo, subo, bajo, camino, escucho por fuera de las aulas el voceo: primera sí, segunda sí, tercera sí, cuarta sí, quinta sí. El corazón brinca de emoción, muy esporádicamente suenan No, muchos blancos, pocos nulos. El chat de la veeduría por el agua bulle: Que no se han entregado papeletas por aquí, Que a fulano no le permiten ingresar…
Pasan las horas, mientras los jóvenes emborronan los cartones del material electoral con cálculos infinitos que no cuadran, me dicen, De ley gana el sí, el resto de representantes de los sujetos políticos, me miran de reojo con desconfianza, apenas se inmutan cuando las actas-de-escrutinio-para-conocimiento-público-y-resumen-de-los-resultados empiezan a salir de los hornos de las JRV. Al parecer existe una tendencia: el sí alcanza el 80% de los votos, ¡va ganando el agua! Ese chat reverbera y nos va corroborando las cifras. Es un hecho: ¡ganamos! La algarabía rebosa, los resultados de la Consulta son, sin lugar a dudas, contundentes: Queremos proteger nuestras fuentes de agua -páramos y bosques altoandinos- de la minería metálica. Optamos por el agua y por mantener nuestros territorios saludables, conservados.
La consulta de Cuenca es crucial para el país porque a más de simbolizar una victoria de los pueblos en resistencia, constituye un “alto” a las políticas gubernamentales de promover la minería metálica en nuestra patria, nos servirá de gran insumo para enriquecer otras luchas y, sobre todo, constituye esa esperanza que nos recarga y renueva, que nos conmueve y moviliza.
El equipo de la veeduría por el agua está conformado por casi 70 personas, ninguna de las cuales bailó con el alcalde y su grupo, de hecho, hasta hace unos instantes (00h12 del 8 de febrero), algunos compañeros recién finalizaron su labor, satisfechos, con todas las actas en mano… Un trabajo de hormiguitas que se ha fortalecido con voces de varios lares del país y del orbe: desde Íntag a Loja, de Burkina Faso a Portugal, de Manabí a Argentina… nombrar a todas las personas y organizaciones que han brindado su apoyo sería imposible por este medio; ya habrá tiempo.
Estimados lectores, démonos el tiempo de celebrar esta victoria y retozar a la voz del Carnaval, no obstante, mantengámonos atentos, esta lucha no termina con los resultados favorables de la consulta, que indudablemente causará un fuerte remezón para la codicia de inversionistas y empresas mineras en Toronto, pero nos queda un largo trecho: vigilar a INV Metals y sus socios IAMGOLD (posee el 35,5% de las acciones) y Dundee Precious Metals (cuyas acciones ascienden a 23,5%) y su solicitud de licencia ambiental para explotar Kimsacocha.
Esta victoria es de todos, exijamos acciones concretas de nuestras autoridades para cuidar nuestra pródiga Cuenca de los cinco ríos…
Bióloga por la UDA. Master en estudios interdisciplinarios en sostenibilidad ambiental, económica y social, por la Universidad Autónoma de Barcelona. Integrante del Colectivo Yasunidos Guapondelig y de la Plataforma Ecuador Decide Mejor sin TLC.