En los últimos días, se ha hecho viral en redes sociales un video donde el presidente Guillermo Lasso recomienda a las familias ecuatorianas que ahorren los 25 dólares adicionales que recibirán con el nuevo Salario Básico Unificado. El video generó polémica entre los detractores del presidente, quienes señalaban que recomendar al pueblo que ahorren 25 dólares cuando no llegan a fin de mes es un despropósito e incluso un acto de condescendencia.
Este espacio no se dedica a analizar aspectos económicos, ni a escala macroeconómica sobre el país ni a escala microeconómica sobre los ingresos de una familia. Aquí se analiza la comunicación política y la declaración de Lasso es un ejemplo perfecto de cómo, a pesar de estar ya 6 meses en Carondelet, el presidente no logra establecer una narrativa que genere una conexión identitaria con el pueblo.
Desde los grandes escándalos como los Pandora Papers y la cena de gala con los marines en Guayaquil, hasta pequeñas situaciones casi anecdóticas como los yates de los hijos de Lasso y ahora esta declaración. El presidente está construyendo una imagen de desconexión con la realidad popular del promedio ecuatoriano y eso en algún momento le pasará factura. Uno de los mayores errores para un presidente es no establecer un lazo de identificación entre él y su pueblo; la gente tiene que sentir que en alguna medida su presidente les entiende y en algún aspecto, por más pequeño que sea, pueden verse reflejados en él.
Que Lasso no ha tenido una vida similar a la mayoría de los ecuatorianos todos lo sabemos. Por ese motivo, nadie está esperando verle comiendo un encebollado en la Bahía o los motes de San Juan. De hecho, cuando en las campañas Lasso intentaba mostrarse en situaciones populares o comiendo algún plato típico, las redes sociales se burlaban de ello y se construía la idea de que el actuar de Lasso estaba desnaturalizado.
Sin embargo, en el contexto político que se vive en América Latina en general, los pueblos necesitan de una conexión de identificación con su presidente, y las declaraciones y situaciones que giran en torno a Lasso no están favoreciendo a ese propósito. Esa falta de conexión en algún momento va a llegar a pesar, quizá no ahora ni en el futuro cercano; pero un pueblo que se siente identificado con su líder genera fidelidad y lealtad, y eso sirve como capital político y social.
Un pueblo que no se ve reflejado en su líder no lo defenderá con tanta fuerza en los espacios de construcción de diálogo y político; un electorado que no encuentra conexión con su líder no respaldará tanto con el voto como se necesitaría para seguir en el poder. Quizá hace unos años no era necesaria una narrativa que genere identificación, pero en la hiper-personalización de la política que estamos viviendo se ha vuelto algo indispensable.
Herramientas concretas y específicas para solucionar ese problema no dispongo pues no estoy a la interna del equipo de comunicación gubernamental ni sé las estrategias que Lasso podría usar para generar esa conexión. Dicho eso, hay que hacer un mayor control del discurso y la imagen de Lasso; hay que evitar las declaraciones desafortunadas que muestran una desconexión con la realidad y las noticias que hablen sobre las compras lujosas de su familia.
Pero, por sobre todas las cosas, al presidente hay que educarle en la realidad sociocultural del ecuatoriano promedio. Tiene que entender que la mayoría de ecuatorianos no tienen para pagar el incremento de la gasolina y que no le bastan 425 dólares para sobrevivir mes a mes. Luego, él podrá decidir cuáles son las mejores perspectivas ideológicas y políticas para subsanar ese problema, pero tiene que demostrar que sabe lo que están pasando los ecuatorianos.
Así, la próxima vez que le pregunten cuánto cuesta el litro de leche, Lasso tiene que poder responder con certeza y seguridad.
Comunicador Social graduado por la Universidad del Azuay en el año 2020; apasionado desde pequeño por el periodismo, la política y las temáticas sociales. Orgullosamente latino, ha tenido la oportunidad de vivir en países como Brasil y Chile, además de su natal Ecuador. Inquisitivo y crítico, gusta de hacer trabajo periodístico que combina la fotografía y la escritura.