El 15 de junio del 2021 despertamos con la gran noticia:“Inicia la construcción de la red más grande de ciclovías de Cuenca”, el diario local informaba la construcción de 13,5 km de ciclo vías (https://elmercurio.com.ec/2021/06/15/). A lo largo del día disfruté de darle “like” a los múltiples posts que compartían la noticia. Mi hijo me preguntó: “¿Crees que estas ciclovías también causen oposición como las del centro histórico?” A lo cual yo, ingenuamente, contesté: “No, no creo, es un proyecto muy esperado”.
Es por ello que, en la noche, cuando revisé otros noticieros en los cuales algunos moradores se lamentaban de que se tendrá que bajar la velocidad de los vehículos, que aumentará el tráfico, o que el proyecto responde a un “capricho” de pocas personas (noticiero unsion.TV), me di cuenta que aún existe un gran trabajo por hacer para demostrar la importancia de proyectar para los actores más vulnerables. En el caso de la movilidad urbana, los actores más vulnerables son todos aquellos que no se transportan en vehículo privado. Son vulnerables porque están expuestos a una mayor cantidad de riesgos.
Comprendo que todo proyecto urbano puede causar oposición, ya que de una u otra manera, alguien se sentirá perjudicado, nunca se puede planificar para complacencia de todos. Sin embargo, esto no debería promover el dar marcha atrás en la implementación de estos kilómetros de ciclovías. Pocos meses antes a esta noticia, habíamos vivido un sube y baja de emociones: el 27 de abril se colocaron separadores para la seguridad de los ciclistas en una calle del centro histórico de Cuenca, y esto nos alegró a muchos; pero en tan solo un mes, el 27 de mayo se retiraron, bajo el argumento que afectaban al patrimonio. No me atrevo a emitir un juicio sobre la validez de esta explicación, pero sí puedo asegurar que los mismos separadores se han colocado en otras avenidas patrimoniales de la ciudad.
Más allá de la opinión personal de cada uno, solo planteo una pregunta: ¿Qué importa que los vehículos tengan que disminuir un poco la velocidad, o demorarse unos minutos más en una esquina, si a cambio de esto se garantizan condiciones de seguridad a ciclistas y peatones? Antes de contestar, imagina que ese ciclista es tu hijo.
Fotografía: Cortesía de Sebastián Carrasco
Doctora en Arquitectura y Estudios Urbanos de la Universidad Católica de Chile. Máster en Arquitectura por la Universidad de Kansas-EEUU. Docente/investigadora en la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Azuay desde el año 2009. Coordinadora de Investigaciones de la Facultad y Directora de la Maestría de Arquitectura. Docente en diferentes módulos de posgrado a nivel nacional. Ha sido Secretaria de Movilidad y Directora de Planificación del Municipio de Cuenca. Sus trabajos de investigación, publicaciones y ponencias se centran en la ciudad con un énfasis en la movilidad y el transporte.