Estudios arqueológicos realizados durante doce años entre el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD – Francia) liderados por el Dr. Francisco Valdez y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC – Ecuador), permitieron revelar datos inéditos de la cultura prehispánica Mayo – Chinchipe Marañón, en el sitio arqueológico Santa Ana – la Florida, en Palanda, provincia Zamora Chinchipe, que surgió hacia el 5.500 antes del presente (Valdez: 2013). Los análisis microscópicos que se llevaron a cabo, en este sitio, permitieron encontrar una gran cantidad de evidencias de uso de especies vegetales, que demostraban la actividad agrícola en torno al sitio, entre ellas la sorpresa del uso del cacao (Theobroma cacao). Los análisis de los residuos que quedaron atrapados en el interior de los recipientes, demostraron que el cacao fue muy apreciado para esta cultura, tanto para sus ritos funerarios como para su consumo. Este descubrimiento convierte al cacao, asociado a la cultura Mayo Chinchipe, que se encuentra en la Alta Amazonía, en el más antiguo del mundo en cuanto al uso social, 1500 años antes que en Mesoamérica.
El cacao fue un alimento milenario que se empleó como bebida ritual y como medio para intercambio simbólico. Las rutas de dispersión del cacao amazónico probablemente fueron: hacia el norte, Centroamérica y sur de México. Al oeste, Perú y Colombia, y un poco más al este hacia Venezuela, Brasil, Guayanas y Trinidad.
Durante colonia, los cultivos de cacao en el Ecuador se expandieron en 4 zonas ecológicas:
Territorios históricos de cultivo del cacao S. XVI a XIX en Ecuador
Arriba: Cuenca baja del río Guayas, actuales provincias de Los Ríos y Guayas
Manabí: Cacao llamado de Bahía
Naranjal: Parte baja de la provincia del Guayas y la provincia de El Oro
Esmeraldas: Cacao acriollado al que se le denominaba Esmeraldas
Los aspectos culturales y patrimoniales en los territorios del cacao, evidencian rasgos únicos producidos a lo largo de cuatro siglos -XVII a XXI– como ciudades portuarias, paisajes culturales, arquitectura vernácula, patrimonio industrial y lugares de memoria. Desde finales del siglo XIX hasta inicios del siglo XX se vivió un período de opulencia considerado la era de la “pepa de oro”, dominado por un pequeño y poderoso número de familias que tenían el 70% de las tierras en la costa, llamados los “Gran Cacao”. El extraordinario auge cacaotero también se debió al esfuerzo de miles de peones, jornaleros y finqueros.
Esta producción cultural e identitaria se sostiene en formas de vida, transmisión de prácticas y conocimientos, desarrollo de artesanías utilitarias autóctonas, gastronomía; así como manifestaciones artísticas propias. La vida cotidiana, usos, tradiciones, festividades y prácticas en torno a las actividades socio – económicas de la pepa de oro, quedaron documentadas en registros fotográficos de época, archivos y bibliotecas que contienen documentos invaluables aún por identificar o difundir.
La actividad agraria relacionada con la Pepa de Oro y su auge productivo significó una serie de transformaciones económicas, políticas, sociales y demográficas. La impronta cultural en torno al cacao como práctica agrícola en la cultura montubia, mereció el reconocimiento como patrimonio inmaterial del Ecuador, Acuerdo Ministerial No. DM-2017-063,mediante el cual se incorporó en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Nacional Inmaterial del Ecuador, a los “USOS Y SABERES TRADICIONALES ASOCIADOS A LA PRODUCCIÓN DEL CACAO NACIONAL FINO DE AROMA”.
El cacao nacional es un recurso biocultural, cultivado en la actualidad por alrededor de 100.000 familias, de ellas, el 95% poseen propiedades de menos de 10 hectáreas. Los pequeños cacaoteros ecuatorianos del siglo XXI, han logrado que Ecuador se mantenga como primer productor de cacao fino del mundo, con aproximadamente el 62% del volumen global, en el mercado internacional.
Licenciada en Ciencias de la Educación, especialización de Historia y Geografía. Docente e investigadora universitaria. Magíster en Conservación y Administración de Bienes Culturales. Restauradora de bienes muebles. Especialista restauradora de textiles, escultura policromada y pintura de caballete. Investigadora especializada en Museología y Museografía. Investigación, conservación y reinterpretación del patrimonio cultural textil.