Ecuador cuenta con un marco jurídico de avanzada respecto de la movilidad humana. Por mandato constitucional determina que las personas extranjeras que se encuentren en el territorio ecuatoriano tendrán los mismos derechos y deberes que los/as ecuatorianas, reconoce el derecho a migrar, determina que no se identificará ni se considerará a ningún ser humano como ilegal por su condición migratoria y, considera a las personas migrantes como parte de los grupos que tienen derecho a atención prioritaria por parte del Estado.
Pese al avance formal respecto del tratamiento del hecho migratorio, en la práctica persisten un sin número de obstáculos que violentan los derechos de las personas migrantes en el territorio ecuatoriano, particularmente de aquellas personas que hacen parte de los flujos migratorios forzados por condiciones socio económicas o políticas, como la población colombiana y venezolana, en esta compleja situación humanitaria, es necesario evidenciar la feminización de la migración, que se hace evidente con el incrementado de la población femenina en situación de movilidad humana alcanzando un 74% respecto a la población masculina a nivel mundial, y en este contexto, destacar que las mujeres no son desplazadas “pasivas”, sino que son agentes autónomos y activos de los flujos migratorios. Por otro lado, es aún más compleja la situación de las mujeres en situación de movilidad humana porque sufren una triple discrimación, por ser mujeres, inmigrantes y trabajadoras.
Para mitigar en algo esta compleja situación que sufre la población en situación de movilidad humana, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM), de los Estados Unidos, llamó a colectivos, organizaciones, personas naturales o jurídicas para presentar proyectos de Relatos de Historias de Vida, con propuestas artísticas y culturales con el objetivo de establecer estrategias que promuevan la integración sociocultural de la comunidad en situación de movilidad humana de Venezuela en Ecuador y sensibilización de las comunidades de acogida respecto a la discriminación y violencias de las que son objeto las personas emigradas.
El proyecto: ARTE TEXTIL, ENCUENTROS EN LA DIÁSPORA: MUJERES VENEZUELA – ECUADOR 2021, que presenté a consideración de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), tiene como población objetivo a mujeres adultas y jóvenes de Venezuela y Ecuador. Las historias de vida que contaremos en arpilleras, son relatos que cada una hará de su vida, escogiendo un instante del hilo de tiempo que ha tomado el proceso, añadiendo cualquier información o documentación adicional que la complete (León: 2009).
La Técnica artística arpillera “es concreta y vivencial, centrada en una costura especifica que, por medio de códigos perfectamente descifrables, testimonia lo que la voz no puede exclamar, o como en un textum literario, las arpilleras cuentan una historia” (Agosin: 1998). Como técnica de arte textil se inició en Chile, en el período de la dictadura militar, entre las décadas de los 70 y 90 del siglo XX, son cuadros en tela con apliques, bordados y costuras con un alto contenido político y social. Es un trabajo realizado generalmente por mujeres de comunidades, que encontraron en esta actividad una fuente de ingresos para sostener a su familia; este poder comunicativo, capacidad degenerar ingresos para la familia, mínima inversión y empleo de habilidades manuales transmitidos en contextos domésticos, aunado a la capacidad de articular redes de mujeres y fortalecer el tejido social, permitió su difusión y expansión más allá de las fronteras de Chile.
Nuestros encuentros en la diáspora entre mujeres de Venezuela y Ecuador se llevan a cabo en la ciudad de Cuenca, en el Museo de Arte Moderno (MMAM). Lostalleres de intercambio de conocimientos y prácticas en el arte textil de arpilleras para rescatar nuestras experiencias de migración, trasladan a telas, memorias y decisiones que nos permiten visibilizar nuestros esfuerzos, reconocernos y mirarnos en el espejo; tienen también el objetivo de interpelar nuestras percepciones como comunidad de acogida, para erradicar falsos estereotipos y deconstruir comportamientos que impiden la inclusión de las personas en situación de movilidad humana en nuestra ciudad,propiciando el diálogo intercultural e intergeneracional. Contamos nuestras historias de vida en arpilleras, para que el hecho migratorio se visibilice a través del arte textil, y construyamos colectivamente una sociedad más fraterna.
Licenciada en Ciencias de la Educación, especialización de Historia y Geografía. Docente e investigadora universitaria. Magíster en Conservación y Administración de Bienes Culturales. Restauradora de bienes muebles. Especialista restauradora de textiles, escultura policromada y pintura de caballete. Investigadora especializada en Museología y Museografía. Investigación, conservación y reinterpretación del patrimonio cultural textil.