En entrevistas en el medio digital La Posta -11-09-24-, y, radio La Voz del Tomebamba 20-09-24, Iván Saquicela hace gala de cinismo, pretendiendo convencer de que es una víctima del correismo y de quienes como Michael Hernández, -íntimo amigo de Terán, dice- le quieren desprestigiar.
Intentando defenderse de las acusaciones de Hernández, queda pésimo. Dice – con tono despectivo- que Mike –así lo llama- se presentaba como un académico, que siendo director de la Escuela de la Función Judicial, gestionó un doctorado honoris causa para Saquicela y otros, sin que el entonces presidente de la Corte Nacional de Justicia, averiguara las credenciales del comedido; bastaba ingresar a la página web de Senescyt para enterarse de que el abogado Hernández tenía poco más de 5 años de haber obtenido el título profesional, entonces con tan poca experiencia y con la hoja de vida profesional, difícil que fuera un gran académico. Pero, si estaba ofreciendo conseguir un galardón que engordara el currículo, para que preguntar antecedentes.
Saquicela pretende tachar como falso todo el testimonio de Hernández, por haber dicho que se reunieron en un restaurante en Quito con el empresario José Román Cabrera fallecido en 2017, sin embargo el entoncesgerente de Plásticos Rival hijo del nombrado lleva el mismo nombre y primer apellido. Insiste con vehemencia que el decir que se reunió con un muerto es suficiente para tachar a todo el testimonio de falso, porque pretende llevar a engaños al juez.
A confesión de parte relevo de prueba solía decirse. Al ser consultado sobre el financiamiento del viaje a México a conseguir el ansiado honoris causa, dice Saquicela que cuando Hernández “hace la invitación a varias personas, entre otros a un abogado cuencano que es parte de esta empresa y entonces él le dice al abogado cuencano, que es parte de la empresa, parte de la empresa, le dice que él se encargaría de hacer las gestiones y los costos que tienen que ver, los costos administrativos, el doctorado es legal, los costos administrativos de este doctorado honoris causa, él se presentaba como un académico serio, era director de la Escuela Judicial, era director de una maestría en la Universidad Internacional del Ecuador, entonces que él (el abogado parte de la empresa), haga el pago de quienes viajaríamos, incluido el señor Hernández, con la oferta de que en los próximos meses, en los próximos días, le llevaría a él (al abogado cuencano) y a otros académicos a dictar conferencias en España y que él ahí se haría cargo de los costos…” (Sic) (Lo contenido entre paréntesis me pertenece), sigue con la perorata, pretendiendo convencer a quienes le escuchan, diciendo que “no se puede inventar una historieta a partir de ciertos datos reales que son lícitos.” (La Posta).
Saquicela Rodas, señala que el abogado cuencano, parte de la empresa, sólo financió los pasajes, por un monto aproximado de seis mil dólares, con el ofrecimiento de Hernández de llevar al abogado parte de la empresa a otras conferencias en el exterior; pero nunca responde cómo y quién pago el hotel, la alimentación, etc.
En la Voz del Tomebamba insiste en el relato –como un guion bien aprendido-, aceptando expresamente que Plásticos Rival pagó los pasajes, justificando que eraporque viajaba Andrés Valencia, vicepresidente del directorio de la empresa y también vicepresidente del Colegio de Abogados del Azuay, invitado por Hernández al doctorado. Pide que se investigue y “si se llega a determinar un acto irregular, entonces deberé responder ante la ley, no tengo temor alguno”. No se cansa de justificar como lícito el financiamiento, como que fuera un inocente trueque o un cruce de cuentas entre panas. Cabe insistir que en ningún medio y de ninguna forma ha informado quién pago los demás gastos, si la empresa benefactora sólo compró los pasajes ¿?
La probidad notoria de la que tanto se habla últimamente, la honestidad del servidor, la decencia mínima del juez y de cualquier servidor público obliga a que no acepte de un particular ni un café, si tiene o puede tener en sus manos un asunto en el que pueda con su decisión o acción beneficiarlo, menos aún un viaje todo pagado o los pasajes, a ningún título, ni como regalo, ni como canje, ni como nada.
Indigna que un individuo con título de Doctor en Jurisprudencia, presidente –entonces- de la Corte Nacional de Justicia, aunque no sea especialista en derecho penal, no conozca cuáles son los delitos en contra de la administración pública, ni las prohibiciones expresas en el ejercicio de las funciones públicas. ¿No sabe que es el cohecho?, ¿no sabe qué es la concusión?, ¿no sabe que un servidor público y en particular un juez, está prohibido de recibir contribuciones, bienes o valores de un particular?, el colmo sería que ahora diga que el pago de los pasajes y más se lo hizo por “su linda cara”, no porque era juez nacional y presidente de la Corte Nacional.
Hay que poner en la palestra las barbaridades de estos vocingleros con título, para que no nos olvidemos de sus truculentas andanzas.
Dizque va a ser candidato a la Presidencia de la República, nada menos… amanecerá y veremos. Si llegaren a inscribir esa candidatura por un tiempo tendrá inmunidad, pero a la primera magistratura, dicen los sondeos, nollegará.
Portada: imagen tomada de planv.com.ec
Mujer estudiosa y analítica, lectora atenta y escritora novel. Doctora en Jurisprudencia y Abogada – Universidad de Cuenca, Máster en Gestión de Centros y Servicios de Salud – Universidad de Barcelona, Diplomado Superior en Economía de la Salud y Gestión de la Reforma – Universidad Central del Ecuador. Docente de maestría en temas de políticas públicas y legislación sanitaria –Universidad Católica de Santiago de Guayaquil; en el área de vinculación con la sociedad, legislación relacionada con el adulto mayor – Universidad del Adulto Mayor. Profesional con amplia experiencia en los sectores público y privado, con énfasis en los ámbitos de legislación, normativa y gestión pública.