La Empresa de Movilidad (EMOV) tramita con la Agencia Nacional de Tránsito se le asigne el control de las vías estatales en Cuenca, e igualmente que la emisión de licencias y elaboración de placas para automotores, con lo que la administración del tránsito y tráfico en la ciudad, con autoridades propias, sería completa.
Esto es necesario y justo, tanto porque la ciudad está en plena capacidad de administrarse con autonomía propia, como por la urgencia de aplicar el principio jurídico de unidad, en la vigilancia y control del tráfico en Cuenca. No es dable que, en un estado unitario y en la jurisdicción de un mismo cantón, que ha descentralizado el control del tráfico, coexista el control de dos policías de tránsito distintas y de pronto contradictorias en su conducta hacia los conductores.
Esto ocurre porque los agentes de la EMOV son responsables del control en calles y vías, a excepción de la “red estatal-troncal nacional” que, según la Ley de Tránsito y Transporte, (artículo 234) es responsabilidad de los agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE); y aquí son cuatro vías con estas características: la Cuenca-Azogues, la vía Cuenca-Molleturo-Puerto Inca y la Panamericana Norte y la Sur.
Así pues, no solo que agentes ajenos a Cuenca hacen controles aquí, sino que incluso en tramos de vías nacionales que cruzan el sector urbano. Hasta hay una contradicción flagrante de la propia Ley de Tránsito y Transporte al permitir que coexista el trabajo de los dos clases de agentes, porque el artículo 30.2 de la Ley, dice: “El control del tránsito y la seguridad vial será ejercido por las autoridades regionales, metropolitanas o municipales en sus respectivas circunscripciones territoriales, a través de las Unidades de Control de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial de los Gobiernos Autónomos Descentralizados…” O sea que las municipalidades que controlan el tránsito lo hacen sobre todo su cantón, sin excepción de la tipología de las vías.
De todas formas el trámite de transferencia de competencias está en marcha, impulsado por el exalcalde y hoy ministro de Transporte y Obras Públicas Marcelo Cabrera. Para el efecto se anuncia que deberán delimitarse las zonas suburbanas y de expansión urbana, para distinguir las zonas de competencia de la EMOV y de la CTE. Mas las autoridades de la EMOV, a la cabeza el alcalde y el concejo cantonal, deberían evitar esta complicación, porque en realidad es innecesaria y su solución sencilla.
Las vías nacionales que salen de Cuenca son únicamente cuatro y con la descentralización plena, la CTE tendrán competencia solo fuera del cantón, así, no es necesario gastar recursos en levantamientos geográficos ni en informes técnico, costos, demorados y complejos.
Lo pertinente, jurídico y técnico es, con los datos de la Dirección de Avalúos y Catastros, precisar las coordenadas de hasta dónde llega la jurisdicción de Cuenca en esas cuatro vías y con el posicionamiento satelital dado por un GPS, marcar el punto exacto en la calzada de vías, a fin de luego señalizarlas debidamente, con unas muy visibles señales de tránsito, verticales y pintadas, para que los conductores lo sepan.
Ahora, valga la reflexión para exhortar a que la transferencia de competencias sobre las licencias y placas, especifique que el recaudo de recursos deberá quedarse aquí, con el fin de financiar los servicios y mejorar el tránsito, señalización y circulación. No vaya a ser que el usuario pague por licencias y placas aquí y el dinero acabe en Quito en la Cuenta Única del Tesoro Nacional. Por lo demás, hay que felicitar la plausible iniciativa del ministro de Transporte y Obras Públicas, Marcelo Cabrera.(O)
Periodista, comunicador social, abogado. Hoy, independiente. Laboré 27 años en medios locales como editor, redactor y reportero. Diarios El Mercurio, La Tarde y El Tiempo; revista Tres de Noviembre del Concejo Cantonal de Cuenca; radios El Mercurio, Cuenca y América.