El momento por el que atraviesa la humanidad
La Declaración Universal de los Derechos Humanos expedida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París el 10 de diciembre de 1948 cumple 72 años. en circunstancias en que la humanidad sufre el azote de la pandemia del Covid 19 que ya deja más de 68 millones de casos y más de 1,5 millones de muertos en todo el mundo[1] mientras que por otro lado la cifra de desplazados forzosos en el mundo alcanzó un récord de 80 millones de personas, es decir casi el doble de la cantidad de personas en crisis registrada hace una década[2].
Cuando aún se sentía los coletazos de la crisis económica mundial iniciada en el 2008 que se extendió por una década y que se agravó por la desaceleración del crecimiento de China en 2018, sobrevino la depresión apocalíptica de la economía mundial desatada por la pandemia, que ha llevado a la desocupación a más de 195 millones de trabajadores[3] con lo que se agudiza la pobreza, el hambre, la desesperación, la incertidumbre, las enfermedades psicológicas y los conflictos sociales.
Esta situación contrasta con la situación de los empresarios capitalistas que exigen restricciones del gasto social y más sacrificios a los desposeídos a los que se les carga el peso de la crisis, lo que motiva nuevos estallidos sociales no solo por causas económicas sino también por otras motivaciones como las brutalidades policiales, crímenes raciales y el cansancio social ante la exacerbación de las desigualdades e injusticias estructurales de la sociedad mundial.
Pero también en medio de la crisis sanitaria y económica mundial han continuado las confrontaciones geopolíticas entre los Estados imperiales, principalmente entre EE. UU y China relacionadas con la expansión de la pandemia, la carrera por el desarrollo de la vacuna, el mercado de fármacos y tecnologías sanitarias, contradicción que en el pasado se expresó en la guerra comercial con Huawei y la tecnología 5G.
El escenario mundial de los derechos humanos del mundo
Por lo anotado brevemente, la conmemoración de la declaración de los derechos humanos fundamentales en el mundo tiene un escenario social planetario muy complicado, debiendo considerarse que el nivel de concentración de la riqueza alcanza niveles alarmantes y hasta de vergüenza para el género humano, pues según el Global Wealth Report de Crédit Suisse la riqueza mundial está en manos del 1% más rico[4].
En general se vive una crisis estructural muy aguda del capitalismo planetario, expresada por ejemplo en la tasa decreciente de ganancia, que se traduce ya en una crisis civilizatoria como un fenómeno holístico de la humanidad que rebasa el ámbito meramente económico, como son los problemas relacionados con la corrupción, el cambio climático, enfermedades y epidemias, desigualdades en el reparto de recursos, crecimiento de la población, conflictos armados, discriminación, violencia de género, la delincuencia internacional organizada, el terrorismo ligado a la intolerancia el crecimiento del narcotráfico, la crisis alimentaria, el desperdicio mundial de recursos por el consumismo, la desocupación masiva por el desarrollo tecnológico, la invasión de la posverdad, la manipulación de las redes sociales y la alienación y la pérdida de valores y del sentido de la vida.
La respuesta de los Estados a la crisis sanitaria, económica y moral
Al revisar la conducta de los Estados en el mundo frente a las demandas ciudadanas y de los reclamos de los pueblos por la realización de los derechos, especialmente los relacionados con las condiciones económicas, sociales y culturales, se constata que los poderes políticos se han refinado en sus métodos de represión tanto física, psicológica, ideológica, moral y jurídica, al punto que bien se puede afirmar que se vive un proceso de fascistización del mundo donde se termina naturalizando la discriminación y exclusión social.
Por lo tanto, existe una verdadera crisis del Estado de Derecho en general, del Estado de Bienestar en particular, así como de la democracia, que se han ido erosionando, vaciándose de su contenido sustancial hasta ser reducidos a la mera formalidad institucional, donde las Constituciones son burladas y el decisionismo del poder político se impone por la vía de los hechos consumados sin que funcionen los mecanismos de control del Estado con el consiguiente atropello constante de los derechos fundamentales.
En este sentido se viene configurando en el mundo un “Estado de Excepción” permanente que se ha convertido en la nueva forma de dominio político de rasgos totalitarios que se configura detrás del escenario de las democracias liberales, donde la constitucionalidad y la legalidad y no se diga la legitimidad, son rebasadas por el poder y la política reducidos a la correlación de la fuerza.
Sirve a la articulación del “Estado de Excepción” la doctrina del derecho penal del enemigo, el populismo penal, las nuevas concepciones autoritarias de la seguridad que empoderan a la fuerza pública en el uso discrecionalidad de armas de fuego en nombre del combate a la delincuencia, el ataque a las garantías de los derechos humanos y al debido proceso y a la “ineficacia e ineficiencia” de la democracia, todo lo cual sirve para legitimar al Estado autoritario y arbitrario.
Las circunstancias económicas, sociales, jurídicas y políticas evidencian una acción de los Estados Nacionales negativos a la vigencia y respeto de los derechos humanos.
Las tendencias sociales mundiales post pandemia
Al parecer los líderes políticos de las principales potencias mundiales y gran parte de la humanidad no han aprendido las lecciones de la crisis generada por la pandemia y la intromisión humana en los nichos de vida de los animales silvestres, pues persisten las políticas y proyectos extractivistas nocivas a la conservación de la biodiversidad, la regeneración natural de los ecosistemas, la conservación de los suelos y la prevención de su degradación, la protección de las fuentes de agua, zonas de recarga hídrica, ecosistemas frágiles y en general no favorecen a enfrentar la contaminación, el calentamiento global y el cambio climático, es decir la destrucción de la naturaleza y por lo tanto las condiciones de producción y reproducción de la vida.
Sin embargo también en el mundo se han multiplicado movimientos sociales y organizaciones ciudadanas, ambientalistas y de género, que a partir de una autocrítica de la “normalidad” anterior a la pandemia y de las lecciones dejadas por la pandemia, buscan un cambio de formas de vida de los ciudadanos y pueblos, tendiente a reencontrar la senda del convivir en armonía con la naturaleza, respetar su estructura, funcionamiento y sus ciclos vitales, para de esta manera preservar la vida en el planeta.
En términos políticos la crisis sanitaria y económica mundial conduce a que se presenten dos grandes tendencias de reconfiguración del sistema social mundial:
- Una primera tendencia apuntaría a la recuperación del capitalismo con regímenes políticos autoritarios con fuerte control social a través de la infotecnología y el “Estado de excepción perpetuo”, tendencia que continuaría con la neofascistización mundial que ya estaba en marcha con anterioridad a la pandemia.
- Una segunda tendencia tendría como perspectiva la recuperación del capitalismo con regímenes políticos con fuerte intervención estatal con ampliación de seguridad pública sanitaria y ambiental.
En las dos tendencias caben matices y la convivencia de estas en medio de su polaridad.
Perspectivas de los derechos humanos en el mundo
A pesar de que los grandes poderes mundiales (económicos, políticos y de la información) pretenden simplemente continuar con la “normalidad” capitalista pre pandemia, sin embargo se advierte un hartazgo de grandes conglomerados humanos a la civilización capitalista, conciencia que se expresa no solo en las protestas y estallidos sociales en diversas partes del mundo, sino en la conformación de redes cosmopolitas de ciudadanos que han identificado ciertas perspectivas para configurar una nueva civilización mundial, relacionadas con los derechos de la naturaleza, el empleo en la época la automatización e infotecnología, la renta básica universal, la igualdad de género, la erradicación del patriarcalismo y de la violencia contra mujeres y niños, la libertad sexual y los derechos reproductivos, la autonomía de comunidades locales y la autogestión social comunitaria, la solidaridad comunitaria, el cuidado para la sostenibilidad de la vida para el bienestar propio y ajeno, la soberanía alimentaria, el acceso real a la educación y formación, la autonomía y la desalienación frente a las redes sociales.
Desde el punto de vista estructural el capitalismo sigue limitando e impidiendo la realización de los derechos, al igual que la destrucción de la ética y la manipulación de la verdad.
Quizás en la humanidad hoy en el día una de las luchas más trascedentes, es por el derecho a la verdad y no solo el derecho a la verdad judicial y su reparación, sino en todos los ámbitos en los que se precisa su acceso y como actitud deontológica de la vida en las diversas relaciones sociales y la convivencia ética entre los ciudadanos.
La base del desarrollo integral de las sociedades debe sustentarse en la dignidad humana, la convivencia armónica de con la naturaleza, vivir con lo suficiente y necesario, el acceso a la cultura y la ciencia, el respeto a la intimidad personal, familiar grupal, el disfrute del ocio, la superación de las inequidades e iniquidades, la justicia social, la democracia participativa y deliberativa, la verdad y la ética. Difíciles metas pero que establecen un rumbo para devolver el sentido de la vida.
Si hay razón de la vida en sociedad y de la existencia del Estado, no puede ser otra que la realización de los derechos y una vida sin temor e inseguridad en el pleno sentido de la palabra.
[1] https://www.rtve.es/noticias/20201209/mapa-mundial-del-coronavirus/1998143.shtml. [Consulta 09-XII-2020]
[2] https://news.un.org/es/story/2020/06/1476202 [Consulta 09-XII-2020]
[3] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52220090#:~:text=El%20covid%2D19%20har%C3%A1%20desaparecer,poco%20tiempo%2C%20dicen%20los%20expertos.[Consulta 09-XII-2020].
[4] https://www.lavanguardia.com/economia/20191022/471129046510/riqueza-mundial-desequilibrio-estudio.html#:~:text=Y%20los%20%C3%BAltimos%20datos%20confirman,manos%20del%201%25%20m%C3%A1s%20rico.&text=Y%20que%20el%2090%25%20de,20%25%20de%20la%20riqueza%20disponible. [Consulta 09-XII-2020]
Asesor jurídico, articulista de “El Mercurio”. Participa en algunas organizaciones ciudadanas como el Cabildo del Agua de Cuenca, el Foro por el Bicentenario de Cuenca y en una comisión especial para elaborar el Sistema Nacional Anticorrupción.