1. “¡A confesión de parte relevo de prueba!” dice un antiguo aforismo jurídico, que debemos aplicar a la declaración realizada por el presidente Noboa en entrevista para Fernando del Rincón y Miguel Rivadeneira, en el sentido que el IESS debe dejar de ser un prestador de salud y enfocarse en pensiones e inversiones. Su frase textual dice: “IESS no debe ser un prestador de salud.” Esta intención revelada, la pondría en el texto constitucional de ganar la consulta del 16 de noviembre, y afectaría a la posibilidad de brindar protección médica a los 3´766.214 afiliados y a 551.467 jubilados registrados en el 2024. (Expreso, domingo 9 de junio del 2024, pág. 6)
2. Todos los afiliados al IESS, trabajadores y empleados del sector público y privado, aportan con más de la quinta parte de todas sus remuneraciones, el 20,6% con exactitud. Constituye la mayor concentración de dinero contante y sonante de toda la República. Para jubilarse se requiere haber aportado un mínimo de 360 meses (treinta años) y superar los 60 años de edad. Esos fondos que son “propios y distintos de los del fisco” según el Art. 372 de la Constitución, pero jamás administrados por sus dueños sino por los gobiernos de turno, en forma injusta, arbitraria, irresponsable, y sin ninguna transparencia.
3. ¿Se imaginan los millones de afiliados y jubilados sin la cobertura de salud que, aunque defectuosa de manera deliberada, existe? ¿El presidente propone que los afiliados y jubilados vayan a los hospitales del Ministerio de Salud donde mucha más gente muere en forma injustificada y abandonada? ¡Sus declaraciones demuestran que no dispone de la menor idea de lo que sucede en Ecuador! Las familias adineradas que poseen millones de dólares, como la del presidente, es obvio que no tendrán problema para ir a costosas clínicas privadas, aquí o en el extranjero. Pero esta situación no es de los afiliados ni jubilados.
4. El gobierno de Noboa y sus funcionarios sabotean el funcionamiento de la Seguridad Social, quizá preparando en forma programada la participación privada en el mismo, en base a los siguientes hechos y datos oficiales: El presidente del Consejo Superior del IESS, Edgar Lama, reconoce que la deuda del Estado con el IESS, en mayo del 2025, llegó a los USD 27.389 millones de dólares. (El Universo, del 28 de junio del 2025, pág. 8.) Esta cantidad significa 5,22 veces los USD 5.250 millones que costó el Canal de Panamá Ampliado, una de las obras más costosas del mundo. Representa 3,4 veces el atraco bancario de 1998 y 1999, que alcanzó a los USD 8.072 millones de dólares. Esta deuda colosal, donde se han llevado los aportes de los trabajadores y jubilados (sin su autorización), es obvio que jamás pagará el Estado. ¡Allí esta el dinero para atender todas las necesidades de afiliados y jubilados y no solo en el campo de la salud!
5. El Universo, del 23 de septiembre del 2023, pág. 5, al final del régimen de Lasso, informaba que el presidente del IESS, Diego Salgado, pedía que les paguen la deuda de entonces, de USD 10.151 millones, “para no poner en riesgo el pago de los jubilados”. En 20 meses (de septiembre del 2023 a mayo 2025) la deuda del Estado, con Noboa, se incrementó en USD 17.238 millones y por eso llegó al monto de USD 27.389 millones en mayo. Esto significa que cada mes subió la deuda (o se llevaron sus fondos, quizá dejando bonos incobrables) en USD 861,9 millones de dólares. Cada día se llevaron USD 28´730.000 dólares. USD 1´197.083 dólares cada hora, día y noche. Una Constituyente en manos de Noboa entraña un peligro supremo para el IESS.
6. La propaganda oficial es un postre lleno de cianuro. Con estos antecedentes todos los afiliados y jubilados deberíamos decirle NO en la consulta del 16 de noviembre. ¡Buscan colapsar al IESS! ¡Nadie recupera ni fiscaliza el dinero que se han llevado! Es más, podrían cambiar una frase para llevarse el IESS y el BIESS, en la eventual nueva Constituyente. La que ahora dice: “Los fondos y reservas del seguro social universal obligatorio serán propios y distintos de los del fisco” (Art. 372), podrían por ejemplo sustituirla con esta otra: “Los fondos y reservas del seguro universal obligatorio son de propiedad social administrados por el Estado”.
7. De este modo pasarían los fondos propios y “distintos a los del fisco” (como ahora señala) a ser “propiedad social” y modifican la calidad de los fondos “distintos de los del fisco” por “administrados por el Estado”. Si son declarados fondos de “propiedad social”, lo que pueden hacer con una mayoría simple, el 20,6 por ciento de nuestros aportes, y “administrados por el Estado” ¿cómo reclaman los que han dejado de ser dueños de los fondos del IESS por mandato constitucional? ¡La oligarquía siempre, desde hace décadas, ha apuntado a llevarse los fondos de la seguridad social! ¡No se le puede dar esa oportunidad perversa!
8. ¿Cómo le paga la deuda el Estado al IESS si esta entidad sería parte o propiedad del mismo Estado? Dirían que “el Estado no puede cobrarle al mismo Estado”. ¡Y ya no le pagan nunca! Es un riesgo invencible para los dueños del IESS, los trabajadores y jubilados, que entregaron por décadas, todos los meses, el 20,6 por ciento de sus sueldos y salarios tanto del sector público como privado. La única manera de evitar estas maniobras y posibles triquiñuelas es cerrando el paso a Noboa, a sus afanes y tentaciones, votando con un NO rotundo a sus pretensiones. Podrían plantear también, con sus conocidas mayorías de origen fraudulento, que, en aras de acabar en forma supuesta con los monopolios, que el pago de los aportes será voluntario y opcional, o podrá ser escogido sea ante el IESS o ante un banco privado. ¡Meter la cabeza en la boca del lagarto es un suicidio!
Portada: imagen tomada de https://n9.cl/qarsle
Doctor en Jurisprudencia y Profesor de Derecho Económico de la Universidad de Cuenca. Ex legislador, autor de varios libros sobre deuda externa, Plan Colombia y el asalto bancario en Ecuador.