En este maravilloso país de los contrastes, todo el tiempo pasan cosas, diríamos con un poco de humor, como sí lo mismo no ocurriera en todos los confines del mundo, a lo largo de la historia.
De esas cosas que pasan, comentaré un par que me han estado rondado por la cabeza y sobre las que creo debemos como sociedad reflexionar a corto, mediano y largo plazo:
- La marcha por el agua y por la vida, protagonizada por los habitantes de Cuenca y el Azuay, constituye sin duda un ejemplo de cómo se debe hacer escuchar la voz.
Nadie participó obligado o amenazado.
Hubo quienes lideraron la convocatoria pero no se disputaron protagonismos.
La ciudadanía sin etiquetas, consciente de la importancia y necesidad de defender las fuentes de agua, se sumó y transitó por las calles de la ciudad, con alegría al comprobar que es posible la unidad frente a grandes causas, con determinación para defender el derecho humano al agua, con valentía y gallardía proponiéndose y comprometiéndose a no decaer.
Sin falsas pretensiones, lo ocurrido en Cuenca el 16 de septiembre de 2025, es sin duda un ejemplo a seguir, se lo reconoce a nivel nacional e internacional.
En contrapartida, hay hechos reñidos con el bien actuar que no se pueden dejar pasar:
- Nuevamente la Conaie convoca un paro nacional, que será progresivo dice, para protestar por la eliminación del subsidio al diésel, recurriendo a viejas y violentas prácticas que la mayoría rechazamos.
Se ha reportado ya la amenaza y sanciones a los miembros de las comunidades que no concurran a ser carne de cañón, práctica largamente ejercitada, lo que hace pensar que la necesitan pues, en muchos miembros de las organizaciones, no hay convencimiento sino temor a las represalias.
- Marlon Vargas, presidente de la Conaie, no sólo convoca a atentar contra la libre circulación de la población, sino contra el derecho que tenemos a disponer de alimentos, cuando dice “no hay que sacar los productos a los mercados para el enemigo” “en la sierra en la costa, en la amazonía, nuestros plátanos, nuestra yuca, nuestra chicha, no saldrán a los mercados para esos idiotas que viven en las ciudades”.
Al escuchar el audio publicado en varios medios y redes sociales, al menos yo me indigno y pienso: ¿quién se cree este individuo?, para tratarnos como idiotas y enemigos a más del 60% de la población del Ecuador que vivimos en las ciudades. Pero no se queda ahí, en una clara demostración de machismo y menosprecio, ordena: “las compañeras háganme chicha y yo voy a pelear compañeros contra el gobierno” (o guerrear, no se entiende bien lo que dice), haciendo gala de una actitud prepotente, que sin duda es peligrosa.
Pide respeto, pero no respeta, se regodea diciendo que ha visto morir en las calles a sus hermanos y hermanas; amenaza con cerrar pozos petroleros, incitando sin duda a la violencia.
Al escucharlo, quiero creer que la mayoría de los integrantes de las Conaie no piensan como él, que esa arenga no les representa, que no coinciden con Vargas, pues no estamos en guerra, ni somos enemigos, ni la mayoría de ustedes (los que viven en el campo) ni la mayoría de nosotros (los que vivimos en las ciudades) nos tenemos mala voluntad ni nos deseamos el mal o estamos dispuestos a hacérnoslo.
- Decía antes que la manifestación ciudadana del 16 de septiembre, fue una demostración de que es posible la unidad frente a grandes causas; y, nadie está autorizado para utilizarla ni a su motivación con fines partidistas, gremiales o ideológicos.
Por lo señalado hay que rechazar expresiones como las del presiente de la Federación de Organizaciones del Azuay, Lauro Sigcha, que mezcla lo que llama “levantamiento por el agua” con el paro en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel, así como a la resolución de la CONAIE que incluye como motivación para el paro exigir la revocatoria de la licencia ambiental para la explotación en Quimsacocha.
No se niega el derecho de todos y cualquiera a manifestarse en defensa del agua, pero no cabe que se utilice una causa colectiva por parte de un grupo, ni que se la subsuma en un contexto que no corresponde.
La Conaie, Vargas, Sigcha, deberían aprender y respetar el ejemplo de Cuenca y el Azuay, pues cuando se tiene la razón todos se suman.
- Frente al tema de la eliminación de los subsidios, he escuchado el posicionamiento de algunos que se auto definen como de izquierda, que al oponerse a la medida, se escudan tras la manida muletilla de echarle la culpa al Fondo Monetario Internacional, sin decir porqué, simplemente que el gobierno sigue sus dictados; no tienen argumentos para sustentar sus dichos, ni para explicar por qué el subsidio instalado hace más de 50 años, no ha contribuido a mejorar las condiciones de equidad y redistribución de la riqueza, aunque sí ha beneficiado a los que más tienen y ha favorecido el contrabando.
No sé ustedes pero yo estoy cansada, de escuchar cada vez y cuando las mismas cantinelas ante la falta de argumentos. Cansada de que se genere caos y se atente contra los derechos de todos a pretexto de “defender al pueblo”. Cansada de que se nos endilguen epítetos ofensivos a quienes no comulgamos con prácticas que instalan el caos, la destrucción de bienes y ponen en riesgo la integridad e incluso de la vida de la gente. Cansada de que no se cansen de repetirse ad infinitum.
Portada: imagen tomada de: https://doctoramas.com/

Mujer estudiosa y analítica, lectora atenta y escritora novel. Doctora en Jurisprudencia y Abogada – Universidad de Cuenca, Máster en Gestión de Centros y Servicios de Salud – Universidad de Barcelona, Diplomado Superior en Economía de la Salud y Gestión de la Reforma – Universidad Central del Ecuador. Docente de maestría en temas de políticas públicas y legislación sanitaria –Universidad Católica de Santiago de Guayaquil; en el área de vinculación con la sociedad, legislación relacionada con el adulto mayor – Universidad del Adulto Mayor. Profesional con amplia experiencia en los sectores público y privado, con énfasis en los ámbitos de legislación, normativa y gestión pública.