Tatiana Neira Alvarado
He de confesarles, que en ocasiones como esta, con tantas cosas que pasan en el país, el mundo y en la vida individual familiar y colectiva, se hace difícil decidir un tema sobre el que escribir.
Esta labor maravillosa de expresar opiniones, de compartir aficiones, estilos de vida, poner sobre el papel hechos, obras, sensaciones, sentimientos y elucubrar sobre ellos es sin duda un privilegio. Aunque esto de escribir sobre papel ya no es del todo literal, pues mayormente lo hacemos en las pantallas, sin embargo y siendo fiel a como enfrento el proceso, uso técnicas tradicionales y de toda la vida, anoto en libretas, en servilletas, en el reverso de la nota de venta, citas, frases, palabras, direcciones, referencias, nombres que pretendo utilizar en algún escrito; también cuando me embarco en la labor, ya frente al computador, utilizo mis libretas, cuadernos y lápices para hacer diagramas, cuentas, poner alertas o datos que pueda necesitar en el presente o a futuro.
No siempre es fácil expresar con propiedad aquello que se quiere decir, hay espacios de bloqueo, en los que las frases que se hilvanan no se antojan oportunas o coherentes, en los que cuesta mucho trabajo intelectual e incluso físico –muchas horas sentadas-, concretar un artículo que merezca publicarse, aunque no siempre uno –o sea yo- se queda del todo satisfecho del resultado, resaltando eso sí, que siempre expreso mis opiniones con honestidad y en los casos que amerita apoyada en información y datos reales y fiables.
No crean que estoy aquí dándoles la lata –a quienes tiene la bondad de leerme-, porque me he quedado sin nada que decir, al contrario, hay harto de lo que hablar, pero como me suele pasar con frecuencia, me senté a escribir y las ideas se fueron trasladando a mis manos, que presionando teclas, formaron palabras y frases que no tenía en principio pensado decir.
De hecho todavía tengo en mi cabeza un batiburrillo, que me impide decantarme por un tema. Señalo algunos para que vean que les digo la verdad, que no es que quiero rehuir la tarea, sino que no mismo me decido:
- Ecuador tiene presidente electo, es Daniel Noboa.
- La diferencia entre los contendientes es de 1’187.358 votos. Escrutadas el 100% de las actas, sin ninguna pendiente ni con novedades (22-4-25 12H10), 55.63% de los votos válidos fueron para Noboa y 44.37% para González.
- La ex candidata ha dicho que no reconoce los resultados, porque hay un grotesco fraude ¿?, lo que han repetido: Correa, Maduro, Petro, Diego Borja y algún que otro seguidor furibundo del correísmo, llegando incluso al absurdo de decir que la tinta con la que se marcó el voto para Luisa, al doblarse la papeleta traspasó mágicamente al casillero de Noboa, sin dejar marca alguna de la que habría sido la voluntad del elector. Solo esto, ya da para que me explaye en elucubrar que será lo que les está pasando, ¿una tercera derrota les desquicia?, pues hasta la fecha (han pasado 9 días desde la elección) no han presentado ni una mísera prueba.
- Sigue publicándose información sobre los chats de la “liga azul” que revelan el contubernio con el que pretendían apoderarse de las instituciones y manipular voluntades en las distintas funciones del Estado.
- El 13 de abril, murió Mario Vargas Llosa.
- El 21 de abril falleció el Papa Francisco.
- He leído varios libros que merecen ser comentados.
- Podría referirme también al ego inflado o los delirios de grandeza del alcalde Zamora, que creyéndose “influencer” y el mejor alcalde, ya se siente reelecto, cuando falta poco menos de dos años para las elecciones seccionales.
- Etcétera.
Recapitulando… A los temas apuntados y más, probablemente me referiré en entregas futuras.
Leyendo lo que voy redactando y escuchando cuando lo hago en voz alta, me parece que contarles como me enfrento a la tarea de escribir es válido, es lo que me ha pedido el cuerpo este día, porque como en todas las actividades de la vida, hay días y días, unos vertiginosos, prolíficos, otros acompasados y calmos, aquellos en los que las ganas de comernos el mundo se instalan y esos en los que el reposo y la contemplación se imponen.
Hoy he dado rienda suelta a plasmar los pensamientos que se han ido sucediendo con el paso de las horas, tratando eso sí, de encontrarles o darles sentido para que si no da para más al menos distraiga y acompañe mientras leen.
De todas maneras y como dice Paloma Sánchez – Garnica, en su novela Victoria, ganadora del Premio Planeta 2024, escribir es una sublevación contra el olvido, esa es desde hace tiempo, la personal forma de subversión en la que milito.
Portada: Imagen tomada de https://www.centromedicoelpilar.com/

Mujer estudiosa y analítica, lectora atenta y escritora novel. Doctora en Jurisprudencia y Abogada – Universidad de Cuenca, Máster en Gestión de Centros y Servicios de Salud – Universidad de Barcelona, Diplomado Superior en Economía de la Salud y Gestión de la Reforma – Universidad Central del Ecuador. Docente de maestría en temas de políticas públicas y legislación sanitaria –Universidad Católica de Santiago de Guayaquil; en el área de vinculación con la sociedad, legislación relacionada con el adulto mayor – Universidad del Adulto Mayor. Profesional con amplia experiencia en los sectores público y privado, con énfasis en los ámbitos de legislación, normativa y gestión pública.