Haciendo un recuento de las personas de Cuenca que han llegado al poder, concretamente aquellos que llegaron a las más altas esferas, es decir a la vicepresidencia de república, anotamos tres nombres: Rosalía Arteaga, Alfredo Borrero y Verónica Abad.
En un breve análisis de la representatividad morlaca en esos altos niveles, lamentablemente debemos decir que son, hasta aquí, muy poco positivos. En el primer caso, la señora Arteaga fue binomio de uno de los expresidentes más tristemente célebres de la historia nacional. La población fue engañada a través de propuestas populistas y mentirosas que hablaban de la fuerza de los pobres, eslogan que se burló descaradamente del pueblo con sus abusos, desgobierno y corrupción, resultado de lo cual, a pocos meses de su llegada al poder fue derrocado; circunstancias en las cuales la señora Arteaga pasó a la historia sin pena ni gloria. En caso del señor Borrero, es evidente que no tuvo ningún rol relevante, ninguna incidencia política y también ha terminado siendo parte de un pésimo gobierno de la historia reciente. Su paso por el poder fue tan inocuo que nadie sabe a qué se dedicaba, qué hacía. Lasso ni siquiera le encargaba la presidencia en las múltiples ocasiones que salió del país, es decir no fue tomado en cuenta ni para cumplir con la única tarea que la constitución asigna a los vicepresidentes. Por último, la recientemente elegida señora Abad, que junto a Noboa nunca imaginaron ganar las elecciones, y quien se ha mostrado en cada una sus declaraciones como una mujer de una personalidad arribista, con altos intereses políticos y agenda propia; situación que resultó insostenible para el nuevo gobernante, a quien le salió el tiro por la culata, y que probablemente podría resultar igual para el resto de la población.
Veamos quien era Verónica Abad antes de estar en el binomio presidencial. Una persona desconocida que quedó penúltima en las elecciones para la alcaldía de Cuenca; es decir que ni en su propia tierra la gente le apoyó. Cuando aparece como binomio de Noboa, no alcanzaba ni a un 0,5 % de conocimiento de la población a nivel nacional. La noticia de que será enviada a una misión de paz a Israel, le ha dado la oportunidad de que todo el país la conozca, en pocos días ha logrado el sueño de todo político que es lograr la más alta popularidad. Pero muy pocos saben cómo piensa y cuáles sus propuestas sobre los derechos económicos y sociales, los mismos que los ha negado en múltiples ocasiones declarando estar en contra de la educación y la salud pública, en contra de las pensiones del seguro social, negó en múltiples ocasiones la existencia de la violencia de género y luego trató de aprovecharse cuando publicó un horrible video utilizando un discurso lamentero donde se auto victimiza, buscando impactar en la población y generar un sentimiento de pena. Ella se ha burlado de la lucha de las mujeres, ha negado su derecho a la equidad económica. Sus propuestas van en contra de los derechos colectivos de trabajadores, migrantes, mujeres, adultos mayores; es decir de los más vulnerables, presentándose siempre abiertamente antiderechos.
Sus viajes y declaraciones la mostraron como una persona que busca posicionarse más allá del país y en la línea de la ultraderecha global. Decía admirar a Jair Bolsonaro, a Donald Trump y a Milei. Organizó visitas a personajes reaccionarios como el señor Santiago Abascak representante de Vox en España. Viajó al certamen de Miss Universo para tomarse la foto con el presidente Nayib Bukele. Todas estas acciones son muestra de su enorme interés de constituirse en una figura política alineada con el movimiento libertario que está surgiendo en la región y en el mundo. Esto es lo que no conoce la mayor parte de la población que hoy la ve con pena y con cierta expectativa futura
La decisión de enviarla a Tel Aviv podría favorecerla, pues en la actual coyuntura, cuando todo el mundo clama al gobierno israelita para que detenga el genocidio en Gaza, cuando los pueblos de mundo entero se han activado en defensa de los palestinos y palestinas; paradójicamente si este noble anhelo global se cumple, la señora Abad asumirá el argumento de que su gestión fue exitosa y retornará triunfante a nuestro país, logrando catapultar su imagen política ante la gente que hoy la ve como una víctima . Lo que debió hacer por dignidad, si como ella mismo dijo no fue invitada al almuerzo de posesión, no fue incluida en la foto del gabinete, si fue maltratada en la ceremonia de cambio del mando, lo que debió hacer es renunciar, pero la ambición pudo más que la dignidad.
Hay que estar alertas frente a lo que significa el riesgo de quien se quiere presentar como una figura que lo único que ha demostrado hasta este momento, es esta inmensa ambición de poder. La renuncia era lo coherente. Ella, evidentemente trabajará estos meses para ganarse un espacio en la arena política nacional. En conclusión, el paso de los cuencanos y cuencanas, por la vicepresidencia de la república, hasta aquí ha sido decepcionante, desperdiciando valiosas oportunidades para luchar contra el centralismo que tanto daño ha causado a la ciudad y a la provincia y para trabajar por el bien del país.
Ex directora y docente de Sociología de la Universidad de Cuenca. Master en Psicología Organizacional por la Universidad Católica de Lovaina-Bélgica. Master en investigación Social Participativa por la Universidad Complutense de Madrid. Activista por la defensa de los derechos colectivos, Miembro del colectivo ciudadano “Cuenca ciudad para vivir”, y del Cabildo por la Defensa del Agua. Investigadora en temas de Derecho a la ciudad, Sociología Urbana, Sociología Política y Género.