El triunfo del Sí en la consulta sobre el Yasuní, es un ejercicio de democracia directa a través del cual la mayoría de la población exige al estado ecuatoriano iniciar la ruta para un nuevo modelo de desarrollo, un modelo que ame la naturaleza, defienda la vida y la salud de todas las especies que habitan en nuestro territorio y de manera especial los derechos del pueblo y las comunidades ancestrales. Este resultado demanda no solo de los gobiernos, sino también de las otras instituciones de la sociedad el compromiso, la creatividad, la innovación para una gestión económica y social ética y solidaria, así como de la academia la elaboración de investigaciones que apuesten por el posdesarrollo.
El triunfo del Sí, es una ganancia para el planeta y para la humanidad entera que en contra de los intereses transnacionales y de los argumentos sin sustento de las derechas económicas y sus analistas, pudo superar el miedo que quisieron infundirnos sobre lo errado que era dejar el petróleo bajo tierra y renunciar, a millones de dólares que supuestamente se perderán si es que se deja de extraer el petróleo del bloque 43 del Yasuní. Este es el triunfo de la empatía con la necesidad de cuidar la naturaleza y la vida por encima del capital basado en la destrucción y el extractivismo. Es una manifestación masiva en contra del abuso y la hipocresía de los gobiernos de los países ricos que se reúnen en sus famosas cumbres para firman lo que nunca cumplirán, y por eso este triunfo es un antecedente histórico para que el mundo escuche que Ecuador se opone a la explotación petrolera y a todo extractivismo que lesiona la vida y la naturaleza.
El trabajo de las organizaciones ecologistas, y su lucha desde hace más de 10 años recogiendo firmas, manifestándose en las calles y peleando en los tribunales, ha sido compensada con el respaldo masivo de más de cinco millones de ecuatorianas y ecuatorianos, exigiendo que se proceda al retiro de toda actividad de extracción de petróleo en el ITT, en un plazo no mayor a un año, dando ejemplo al mundo entero de la importancia de defender la Amazonía.
Este mensaje se expresa a pesar de la difícil situación económica del pueblo ecuatoriano, a quien trataron de confundirlo por todos los medios, diciendo que se perderían los recursos para el desarrollo de la educación, la salud y el bienestar. Este triunfo nos deja una lección de ética que interpela nuestra postura dominante y abusiva en nuestras relaciones con el planeta.
Como dicen los Yasunidos: ¡Optar por la vida en un contexto de tanta muerte, reaviva esperanza y es luz para el mundo! ¡La utopía venció y está haciendo historia!
Ex directora y docente de Sociología de la Universidad de Cuenca. Master en Psicología Organizacional por la Universidad Católica de Lovaina-Bélgica. Master en investigación Social Participativa por la Universidad Complutense de Madrid. Activista por la defensa de los derechos colectivos, Miembro del colectivo ciudadano “Cuenca ciudad para vivir”, y del Cabildo por la Defensa del Agua. Investigadora en temas de Derecho a la ciudad, Sociología Urbana, Sociología Política y Género.