TENDENCIA CIUDADANA DEMOCRÁTICA
Un suceso trascendental para la vida política de nuestro país, es la configuración y avance paulatino y constante de una tendencia ciudadana democrática que se manifiesta con efectividad en la propuesta y resolución de los problemas nacionales, cono es el caso de lo acontecido con los resultados del Referéndum y Consulta Popular del 16 de noviembre del 2025.
Como lo ha señalado la opinión pública mayoritaria, la derrota política del gobierno nacional proponente de la Consulta Popular, NO fue resultado de la acción de partidos y movimientos políticos, sino de la ciudadanía que participó con las más diversas y variadas formas y contenidos para negar las propuestas del gobierno de Noboa contenidas en las preguntas, incluso en aquellas que se las propuso como cebo o carnada, como fue la supresión del financiamiento a los partidos políticos y la disminución del número de asambleístas.
Esta tendencia ciudadana democrática está presente en forma sostenida en diversos acontecimientos de la vida nacional y tuvo su expresión más alta y multitudinaria en la gran marcha por la defensa del agua de Cuenca (el “Quinto Rio”), que sintetizó la lucha ambiental nacional, cuyo espíritu inundó y revitalizó la lucha por los derechos y la democracia.
Esta tendencia ciudadana democrática se ha desarrollado paralelamente al deterioro de los partidos y movimientos políticos del país convertidos en patrimonio, materia de compra venta, cambalache y arriendo, por parte de sus gerentes propietarios, dirigentes y caudillos de turno.
Esta tendencia se erige por encima de falsas oposiciones, dilemas y dicotomías políticas, como la referida a “noboismo y correísmo”, que pretende encerrar al país en un bicaudillismo antidemocrático, cuyos actores principales pactaron el establecimiento del método D’Hondt en la reforma a la ley de elecciones, para repartirse entre los dos solitos los escaños de representación política en las elecciones pluripersonales.
Existen, por lo tanto, importantes cambios en la sociedad civil frente a la descomposición (corrupción) de la sociedad política, que incluye un fuerte debate y lucha ideológica cultural frente a las tendencias y proyectos neo conservaduristas y neo fascistas inspirados en el laboratorio político norteamericano de Trump.
Esta diferenciación entre sociedad civil y sociedad política, es tan importante, porque mientras la primera, es el espacio autónomo de organizaciones ciudadanas y actividades voluntarias que operan fuera del aparato (maquinaria) del Estado, la segunda se refiere al ámbito de la política y el poder, incluyendo partidos, instituciones y el propio Estado. La tendencia ciudadana democrática, desde la sociedad civil, defiende intereses comunes y busca el bienestar colectivo, mientras que, en la sociedad política, los partidos, hoy, se centran en la competencia por el poder y la gestión del gobierno en favor de ciertas elites y oligarquías viejas y nuevas.
Es de esperar que esta tendencia ciudadana y democrática siga fortaleciéndose, incluso para depurar y rescatar la ética y coherencia en la política y recrear la esperanza y las grandes utopías.
Portada: imagen tomada de https://n9.cl/h7ks1
Asesor jurídico, articulista de “El Mercurio”. Participa en algunas organizaciones ciudadanas como el Cabildo del Agua de Cuenca, el Foro por el Bicentenario de Cuenca y en una comisión especial para elaborar el Sistema Nacional Anticorrupción.