¡ERES UN BORREGO, NO… TÚ LO ERES!:REFLEXIONES DESDE LA HISTORIOGRAFÍA EN MEDIO DE LA CONTIENDA ELECTORAL
Época electoral en Ecuador, momento de conflicto y diferencias, donde las distintas posturas y tendencias políticas salen a flote, ciertamente, pocas veces justificadas desde el raciocinio y un escrupuloso cavilar, siendo la actitud por antonomasia, en este contexto, calificar de borregos a los que piensan de manera disímil. En mi caso personal, yo no puedo insertarme en ninguno de los espectros ideológicos, prefiero tratar de ser imparcial y otorgar mi voto a quien me parezca que puede gobernar.
En dicho sentido, la carencia de dirigentes probos ha sido la nota común en la historia de nuestra nación y para ejemplificarlo traeré a colación una relación que hallé en el repositorio documental de la Casa-Museo Remigio Crespo Toral; la misma data de 1904 y en ella se enfatiza que la administración del juez civil segundo de la parroquia de San Sebastián, Don David Ochoa, era arbitraria y torcida, de hecho, él fue calificado como “…vampiro del sudor honrado del pueblo indefenso…”. Según lo que reza, literalmente, este texto, el mencionado sujeto había ocasionado muchos males y perjuicios entre sus conciudadanos y que, a pesar de haber sido destituido de la Guardia Civil por ebrio y abusivo, se le propuso para el cargo de juez civil segundo, al cual terminó por acceder.
Así, se hizo hincapié en que alguien “…indigno de desempeñar un cargo en la milicia por su notoria mala conducta…”, no era “…posible que sea idóneo para la administración y lo confirma los atentados que a diario comete […] teniendo alarmado al pueblo, sin respeto a la ley ni a la conciencia…”. Finalmente, se enfatizó en que Ochoa tenía un compañero que “…le obsequia licor y le acompaña en sus desórdenes nocturnos…” y “…como él dice nadie recurrirá contra sus actos por no tener responsabilidad, defiende a una de las partes sin disimulo y amenaza e impone multas…”.
Esta breve historia acaecida a inicios de la anterior centuria nos muestra un panorama desalentador que poco o nada ha cambiado, donde quien tiene el poder, por regla general, hace y deshace a su antojo, con una actitud de tal descaro, lo que indica un sentido de total irresponsabilidad y un grado de inconciencia digno de repudiar. Así, y dadas las circunstancias que asolan a nuestro pequeño estado considero indispensable y un deber de todos analizar las propuestas de los distintos contendientes a profundidad, dejando la vehemencia a un lado y optando por el bien comunitario.
En los últimos días he visto que la postura que se ha tornado como la habitual se circunscribe a inferir que la persona que no apoya al gobierno actual y su proceder, inmediatamente, está calificada como borrego y, por ende, como partidaria del correísmo. Este modus operandi demuestra nuestra naturaleza beligerante, alienada y poco acostumbrada a usar las capacidades cognitivas, y preferir sobre ellas el apasionamiento irreflexivo y el poco sentido investigativo, el cual de estar más desarrollado podría generarnos una visión individual, pero matizada con la lógica.
Con lo expuesto espero que todos hagamos conciencia, examinemos con rigurosidad las distintas opciones de voto y en base a esto tomar la decisión de mayor plausibilidad. De hecho, si lo más idóneo es decantarse por la nulidad, no temamos ese fallo seleccionar, ya que en la actualidad transitar ese camino es calificado de sinsentido y dicha postura cual mantra todas las mentes ha permeado, pero qué pasaría, en el actual contexto, si una mayoría esta elección haría, tal vez hasta una suerte de revolución se generaría.
Humano curioso, observador y pensador innato. Amante de la historia, cultura y geografía. Licenciado en Gestión Cultural por la Universidad de Los Hemisferios (Quito); máster en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla (Sevilla); especialista en Gestión de Museos y Centros Culturales por la Universidad del Azuay (Cuenca). Se dedica a la investigación de manera independiente y su área principal de indagación está centrada en la historia arquitectónica, social y cultural de la capital azuaya y sus alrededores.