LA SENTENCIA CELESTIAL DE CORREA, GLAS Y COMPAÑÍA
Tal como en la Tierra, en el cielo hay una corte de justicia; y, como ángel y periodista que soy, –ni que la Mayra Salazar–, tengo contactos en ese tribunal penal celestial, de donde me acaban de pasar el proyecto de sentencia que el día del juicio penal le impondrán al “Correa, al Glas, al Wilman Terán, Muentes & Otros” (Así dice la carátula del proceso).
Ya sé que Dios es Omnipotente, Omnisciente y Omnisapiente, pero prefiere delegar el juzgamiento de estos especímenes a un tribunal angelical presidido por un asistente directo de San Miguel Arcángel, principal soldado contra el Diablo y la maldad. Esos colegas me pasaron el proyecto de fallo que Dios Padre, sin duda, confirmará y ante ese tribunal, no hay habeas corpus que valgan.
Según el expediente, en el cielo se debatió mucho la pena que recibirían. De los santos ecuatorianos, Santa Mariana de Jesús, – la que dijo que el Ecuador se acabaría por los malos gobiernos y no por las erupciones volcánicas–, fue especialmente severa con el Rafael; mientras, Narcisa Martillo, la santa de Nobol, como guayaquileña, lo fue con el Glas. Querían condenarlos a ser pasados, como cuy, con un cangador, para asarlos en el fuego de los quintos infiernos.
Estaba ya hecha esa sentencia, unánime y sin el voto salvado de ninguno de los ángeles juzgadores, que son incorruptibles, cuando, enterado de castigo tan cruento para estos condenados, medió en su favor con un amicus curiae, San Francisco de Quito, patrono de la ciudad capital, muy noble y leal. San Panchito lo hizo movido por su gran espíritu de caridad y logró de los ángeles un compromiso de revisión de sentencia.
En esas, ante el severo tribunal angelical compareció, presto, el Hermano Miguel, el santo cuencano, lingüista y profesor, para sugerir una nueva pero sutil y dolorosa sanción, ideada de su sabiduría que ya manifestó en vida:
En primer lugar, se los sentencia a ser borrados del Libro del Vida, donde consta el nombre de los justos. Eso equivale a condenación irremisible. Ahora, su castigo, que es hasta maquiavélico:
PURGATORIO ETERNO y todo ese tiempo deberán ver cinco capítulos diarios de una telenovela mexicana (solo eso ya sería bárbaro). La telenovela se llama “El extraño retorno de Diana Salazar”, cuya protagonista, Lucía Méndez, se apellida igual que la Fiscal General, ella por parte de madre… como para que la recuerden siglo tras siglo.
Cabe aclarar que como la vida de estos gallos se intersecta por el delito de asociación ilícita y puesto que residen o los efectos de sus actos jurídicos tienen lugar en Quito y, siguiendo el criterio de la justicia terrenal, el tribunal celestial les aplica los principios de economía procesal y acumulación de autos y los juzga y sentencia a todos en paquete. (O)
Periodista, comunicador social, abogado. Hoy, independiente. Laboré 27 años en medios locales como editor, redactor y reportero. Diarios El Mercurio, La Tarde y El Tiempo; revista Tres de Noviembre del Concejo Cantonal de Cuenca; radios El Mercurio, Cuenca y América.