LAS PIEDRAS DEL HAMBRE
Europa Central se seca (también ella) los marcadores del nivel de agua colocados entre los siglos XV y XIX por los alemanes han vuelto a aparecer; con advertencias relacionadas con la hambruna los pobladores marcaban e incrustaban las piedras a las orillas de los ríos por si el agua bajaba de nivel.
En República Checa una piedra tiene grabada la inscripción “Si me ves llora” frase durísima que refleja la situación urgente que atravesamos con el calentamiento global; las últimas noticias advierten que, en el oeste de Alemania, la caída del nivel de agua del Rin amenaza con paralizar el transporte de suministros al país, puesto que el río es una de sus principales rutas de comercio.
Los bajos niveles del Tíber en Roma han descubierto los vestigios de un puente que pudo haber sido construido por Nerón, alrededor del año 50 d.C. mientras tanto en España el “Stonehenge español” el Dolmen de Guadaperal en el embalse de Valdecañas reluce en un sol candente.
Basta investigar un mínimo para reconocer el siniestro legado de las piedras europeas y la capacidad de autodestrucción del ser humano y es que los biólogos, científicos tienen razón. La pregunta va: ¿qué pasa con Latinoamérica convertida, hoy por hoy, en el fortín de la minería y otras riquezas por los poderosos del planeta?
En nuestro país, si se continúa con la emisión de gases contaminantes, la emergencia climática provocará el derretimiento de los glaciares en la sierra, el incremento del nivel del mar, el frío intenso, las tormentas de lluvia en la Amazonía y el aumento de temperatura en las Galápagos.
Es decir, el aumento de las pestes como el dengue y otras enfermedades tropicales, la expansión de poblaciones de especies invasoras en las islas encantadas y otros ecosistemas sensibles del Ecuador continental.
He aquí la importancia de la lucha por la defensa de nuestra naturaleza; el agua, según Tarcisio Granizo, director de la WWF Ecuador (Fondo Mundial para la Naturaleza) “el riesgo más grave es el aprovisionamiento de agua y, sobre todo, agua para riego y para agricultura. Más o menos el 20% de las tierras y los suelos ecuatorianos están degradados y casi la mitad están en proceso de degradación” Es decir, el hambre y la sed acechan a causa de la deforestación, la actividad industrial, cambios en uso de suelos (urbanización) y el manejo inadecuado de la basura, entre otros.
La alianza con los países del G77 y otros bloques para presionar a los países industrializados es vital, puesto que el calentamiento global alertado por los científicos hace más de treinta años ya está aquí. Cada uno de nosotros es responsable por este hecho.
Portada: elpais.com
Poeta. Gestora cultural. Articulista de opinión. Ha recibido varios premios de poesía y al mérito laboral. Ha sido jurado en diversos certámenes nacionales e internacionales. Ha publicado diversas obras, así como Literatura infantil, Sus textos han sido traducidos a varios idiomas y figuran en diversas antologías nacionales y extranjeras.