LOS RITUALES A LA CHAKRA DEL MAÍZ Y LA CUARESMA
Abril mes de fiestas en Cuenca –para unos y para otros el inicio de la destrucción de la cultura Cañari–, de aguas mil, de desastres, del inicio de la cosecha, de la Cuaresma. El 7 de abril, día de la Salud; el 8 de abril, conmemoración del asesinato de Fernando Daquilema (1872) y Pedro Vilka Apaza (1782) en Perú. Hechos que no debemos olvidar porque de ese pasado surgió el presente, nació las sabidurías y conocimientos del presente. Todos los hechos confluyen en disponer de una territorialidad, de un espacio, un tiempo donde fluye la Vida.
La salud nos convoca a considerar a la Madre Tierra como fuente de salud, siempre desde los pueblos originarios han existido prácticas integrales de vida y salud. Es propicio, por tanto, es considerar ese equilibrio compenetrado entre la salud de los seres humanos y de la Madre Tierra desde donde fluye el Agua y la Vida, sin agua no es posible la existencia de la naturaleza. De ahí, es necesario volver a la re-conexión con la Tierra, el Agua y el Tiempo porque “de la tierra venimos y a la tierra volvemos”. El tiempo en los pueblos andinos está estrechamente relacionado con las actividades agrícolas y sociales.
La salud no es posible sin el cuidado de nuestra chakra, pues ella es espacio y tiempo sagrado por cuanto en ella fructifica el maíz, alimento esencial para los andinos. Los pueblos y culturas ancestrales del sur lograron domesticarlo hace más de 10 mil años. La veneración a la chakra y a la Tierra se vincula con la religiosidad y la cosmovisión relacionados como el culto a los antepasados, la fertilidad, los ciclos metereológicos y la observación del cielo. La chakra es el lugar de cultivo y de crianza del ser humano, de las plantas y animales en su proceso da lugar a rituales, a la música y plegarias.
Las culturas originarias hicieron esfuerzos para conservar su propia espiritualidad y acogieron también los catolicismos. En este sentido en el pueblo Saraguro se mantiene el ritual denominado Supalata que se celebra el Sábado de Ramos, una semana antes de la Pascua. Es un ritual de agradecimiento a la Pachamama por el bienestar, la salud y la abundancia de productos tiernos y de flores. El personaje principal es un hombre mayor empobrecido que no tiene ni siquiera instrumentos musicales, camina golpeando una olla vieja, seguido de sus hijos e hijas llamados chirillos y recorre toda la comunidad visitando a cada una de las casas de los comuneros. Para recibir a este supalata en cada casa se prepara los tamales de maíz y una colada de zapallo o de sambo. Estos alimentos se los deja en la mesa para que cuando llegue la Mama supalata disfrute y descanse un momento. En la casa que no encuentre esta comida, la Mama supalata ordena arrojar semillas de Shirán –planta conocida también como amor seco, wichin o mala hierba–.
En cuanto a los tamales de maíz, nuestras ancestras nos han enseñado que se debe coger las hojas de maíz de las cuatro esquinas del cultivo o sembrío y unas del centro, con las cuales se envuelven algunos tamales porque otros se hacen con hojas de achira y wikundo.
Esta tradición cultural está llena de simbolismos que explicamos de la siguiente forma.
El personaje Supalata es el espíritu de la Madre Tierra, de la chakra, del maíz que se personifica para bendecir a cada una de las familias, observando si han practicado la solidaridad y reciprocidad. El mensaje de “shiran shirán” es: por incumplimiento de agradecimiento a la Tierra, a la Vida, el próximo año no habrá mucho cultivo, se perderá los sembríos y crecerá solamente hierbas. Los chirillos significan los espíritus de otras plantas menores. Coger hojas de maíz de las cuatro esquinas y del centro simboliza o nos recuerda la Chakana o cruz cuadrada que es una forma geométrica resultante de la observación e investigación astronómica de hace miles de años a.C. El punto central de la cruz cuadrada es la convergencia de los ejes del tiempo y espacio que origina la vida o el punto céntrico de donde emerge la espiral. Además de simbolizar la cuatrimensionalidad, el cuatro se relaciona con los 4cuatrocolores principales del maíz: rojo, blanco, amarillo y negro, que se corresponden con los cuatro rumbos.
¿Qué significa la palabra Supalata?
Lingüísticamente supalata es un compuesto de dos términos: supa-latac: supa, sombra que proyectan los cuerpos, sinónimo de llanthu; el vocablo Lata, en uruchipaya es un tipo de quinoa, en kichwa de Argentina se refiere también a una planta. Sin embargo J. París, (1993) señala que latac, significa resplandeciente. Con estas definiciones, supa-latac significa sombra resplandeciente que proyectan los cuerpos o las plantas. En este sentido, la sombra es algo no tangible y, además, es brillante, o sea, un espíritu luminoso. Coincide con lo dicho por nuestras ancestras, espíritu de la Madre Tierra.
La palabra Chirillos viene del kichwa chiri –frío–, illu-s del puqina illu, illa –luz, lo que brilla, lo que está dentro–; las illas son las piedras bezoar que se sacan del hígado de las llamas y sirven para hechizos y encantamientos (Aguiló, 2000, p. 69); el morfema aymara s < sh> es un atributivo que indica lugar, calidad de, abundancia (Cerrón-Palomino, 2008, p. 212, 213). Por tanto, chirillus significa luz fría, piedras brillantes que sirven para encantar. Y bajo este sentido se explica que son espíritus menores porque uno de estos personajes son los que arrojan las semillas de shirán como una maldición hacia las sementeras. La colada de sambo o zapallo que acompaña a los tamales nos recuerda o explica que el maíz no se siembra sola sino con las calabazas porque esta es rastrera con sus hojas conserva la humedad del suelo, evita la evaporación, no permite que crezcan malas hierbas que puedan consumir el alimento de las plantas de maíz.
Además, queremos señalar que este ritual es la antesala del Pawkar raymi, es decir es parte de esta gran ceremonia que fue sustituida por la Semana Santa de los católicos. Creemos así por cuanto los personajes principales del Pawkar raymi son el inca y su pareja. Y si comparamos con la Semana Santa tenemos los personajes llamados “Alumbradores” quienes dirigen toda la fiesta durante esta Semana. Llevan vestimenta especial (pañuelo morado y blanco sobre los hombros, un poncho de hilo plisado muy fino), pues el “alumbrador” es el símbolo del inca que dirigía el Pawkar raymi, toda la vestimenta nos retrotrae al manto o yakulla de color carmesí para ceremonias menores y el blanco para las principales. En la fiesta de los alumbradores de la Cuaresma se revive todo un momento histórico y la estructura social del Tawantinsuyu con su hanan y hurin bajo la denominación de “hanan ayllu” o hanayllu, “hurin ayllu” o urayllu, el ayllu de arriba y el ayllu de abajo, respectivamente.
En conclusión, la salud y la continuación de nuestra vida depende de la Madre Tierra y de toda su biodiversidad, a quien debemos cuidarla, agradecerle con rituales; tenemos que conectarnos con la allpamama y ser agradecidos con el cosmos, agradecidos con quienes todavía siguen cultivando la tierra y produciendo alimentos. El ritual de supalata nos enseña que debemos valorar a la chakra, a la Tierra. La tierra puede terminarse y por eso se cuida para los hijos e hijas, no se puede atentar contra la tierra porque es sagrada.
Debemos ser guardianes de la tierra para que la vida continúe y de ahí que el Miércoles de Ceniza se dice: “recuerda que polvo eres y en volvo te convertirás”. El maíz y los tamales son símbolos de vida porque en muchas culturas, el maíz es el origen de la vida, somos hombres y mujeres descendientes del maíz sagrado, somos agua, somos tierra; así los mayas fueron creados de la combinación perfecta del maíz y el agua (Popol Vuh), en otros pueblos se habla de los tamales de la Candelaria en febrero y se realizan Vía Crucis del agua.
Y finalmente ligar que la vida ofrendada por Fernando Daquilema y Pedro Vilca Apaza y otros héroes y heroínas fue por defender sus tierras y territorios para la continuidad cultural, espiritual y agrícola de los pueblos.
Nativa de Saraguro. pertenece a la nacionalidad Kichwa. Estudió en Zamora en la Escuela de Líderes. Cursó estudios universitarios en Cuenca. Es abogada, tiene estudios en lengua y literatura, es magister de Estudios de la Cultura y un Diplomado en Educación Intercultural Bilingüe. Maestra de secundaria y educación superior, investigadora. Ha publicado varias obras, así como artículos en revistas y periódicos. Ha desempeñado varios cargos vinculados a Educación Bilingüe. Es conductora del programa Ñukanchik llata Kashpa (Nuestra identidad) en la Radio comunitaria de Saraguro “KIPA RADIO”, FM 91.3.