PAÍS DE LA MITAD
Con la terrible portada del artista Jorge Chalco, el libro se presenta estremecedor desde su forma; la contraportada la firman algunos intelectuales nacionales y extranjeros además de que el prólogo está a cargo de Víctor Polanco Frías de México, todos ellos jóvenes de mediana edad que se sitúan dentro de la actividad política y cultural contemporánea. Dicho esto, nos referimos al autor, Rodrigo Aguilar Orejuela nacido en Esmeraldas 1970 el cual se define como “escritor, negro literario, periodista, editor y bloguero” y la publicación se consigue bajo el sello editorial “La Caída” Quito/2020.
La antología que presenta cubre el acontecer político de nuestro país en el lapso 1995 -2008 es decir una visión personal de cuatro décadas, a través de su ejercicio periodístico, y que se constituye en una especie de ruleta rusa, círculo vicioso o eterno retorno de una realidad histórica que nos envilece pero que también obliga a seguir en la búsqueda de esa realidad real anhelada.
Lejos de las ensoñaciones, la lectura de estos textos y micro ensayos nos llevan a comprobar, una vez más, ese doble lenguaje de la política y sus personajes inefables. Sin adjetivos, sin palabras, vamos accediendo a nuestra debacle moral, ética, económica, medioambiental, a la ausencia de identidad y la violencia en todas sus manifestaciones.
Así desfilan desde lo cursi y lo ridículo hasta lo orgiástico pomposo, las estratificaciones de este país cercenado no sólo desde sus mitades sino en cada segmento poblacional. Textos que nos remiten a lo volátil, polarizado y discriminatorio de este Ecuador innominado que nació en la mitad del mundo y que según Jorge Enrique Adoum es “…/ un país irreal limitado por sí mismo/ partido por una línea imaginaria / y no obstante cavada en el cemento al pie de la pirámide…/”
Mes a mes y luego, semana a semana, Aguilar Orejuela se encarga de graficar, casi a manera de diario íntimo de la población civil, las vicisitudes de esta patria amada que, en ocasiones, traspasa los límites de lo surreal y tendencioso. Una “Morfología del espanto” parafraseando al enorme Pablo de Rokha y también a Octavio Paz con su “Laberinto de la soledad”
Además, debemos insistir en el prolífico acervo literario y cultural del autor; desfilan entre líneas sus lecturas, los autores preferidos, la pasión por la escritura y su raíz profunda como leudo para la crítica la mordedura y el látigo.
Insistimos en dejar de lado a los innombrables políticos que marcaron este lapso de historia ecuatoriana, la tarea queda para cada uno de los lectores cuando su memoria los regrese a través de las líneas del “País de la Mitad” y los vaya pedazo a pedazo reconstruyendo en su desmesura, ambición y demás ignominias.
Bástenos recalcar en nuestro acercamiento que ha indignado hasta las lágrimas y llevado piel adentro a una lectura catártica en la que nos hemos partido mitad a mitad, pero de la que salimos fortalecidos porque comprobamos, aquí y ahora, sobre estas huellas presentes que nuestro pueblo resiliente, sabio y siempre heroico sabe caminar sobre sus propias huellas, una y otra y otra vez.
Poeta. Gestora cultural. Articulista de opinión. Ha recibido varios premios de poesía y al mérito laboral. Ha sido jurado en diversos certámenes nacionales e internacionales. Ha publicado diversas obras, así como Literatura infantil, Sus textos han sido traducidos a varios idiomas y figuran en diversas antologías nacionales y extranjeras.